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Elecciones 20-N

La gran batalla se juega en la arena fiscal

El PP agasaja a los votantes con rebajas de impuestos mientras que el PSOE apuesta por una mayor progresividad tributaria

En un momento en que la ortodoxia económica se impone y en el que parece que Angela Merkel manda más en la economía española que Elena Salgado, las propuestas fiscales de los dos grandes partidos ilustran que la división entre izquierda y derecha -cada vez más difusa en términos económicos- aún persiste. Mientras el PSOE pone el acento en la progresividad y la redistribución fiscal, el PP hace hincapié en la rebaja de impuestos, sobre todo a las empresas, para fomentar la actividad privada.

En cualquier caso, la política fiscal del próximo Gobierno estará condicionada por el elevado déficit público. La crisis económica ha revelado que el modelo tributario español no funciona. Los ingresos fiscales -demasiado expuestos al sector del ladrillo- se han derrumbado un 20% entre 2007 y 2010, muy por encima de la caída del PIB.

A principios de la actual legislatura, el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero también utilizó las medidas tributarias para impulsar la economía. Sin embargo, a medida que los ingresos se deterioraron y el déficit crecía sin control, el Ejecutivo se olvidó de "que bajar impuestos era de izquierdas" e inició una subida paulatina de tributos. En los últimos cuatro años se ha incrementado el IVA, el IRPF -tanto para los rendimientos del trabajo como del capital- y los impuestos especiales. En cualquier caso, en la medida en que la política monetaria se decide en Fráncfort, las políticas fiscales son el principal recurso de los Gobiernos para pilotar la economía. Estos son los impuestos sobre los que se prometen mayores reformas (que luego se cumplan, ya es otro cantar):

Todos los partidos rechazan la subida del IVA que recomiendan la Comisión Europea y el Fondo Monetario InternacionaI

Impuesto sobre la renta (IRPF)

Supone el principal impuesto por recaudación. Se trata de un tributo que recae sobre los asalariados y que también grava el ahorro de las personas físicas. El actual Ejecutivo elevó el tipo marginal máximo del 43% al 45%, gravamen que se aplica a quien gana más de 175.000 euros. Algunas comunidades también subieron la parte autonómica del impuesto y mantienen un tipo aún mayor. En cuanto al ahorro, se elevó el tipo marginal del 18% al 19% para los primeros 6.000 euros de beneficio. Y, a partir de ese nivel, se fijo un gravamen del 21%.

Además, el Gobierno eliminó la deducción por compra de vivienda para las rentas superiores a 24.100 euros, una medida que entró en vigor este año. Zapatero atribuyó a este beneficio fiscal parte de la responsabilidad de la burbuja inmobiliaria. Sin embargo, el PP propone recuperar nuevamente la deducción para todos los niveles de renta, lo que, según su opinión, contribuirá a dinamizar el sector del ladrillo. Si bien el candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba no reniega de las decisiones adoptadas por el Gobierno del que formó parte, ahora promete ampliar la deducción por vivienda para los contribuyentes con rentas hasta 30.000 euros.

Por otra parte, el PSOE propone un impuesto sobre la riqueza para gravar a las altas fortunas "en un momento en que los ricos deben arrimar el hombro". El candidato del PP, Mariano Rajoy rechaza de plano establecer un tributo de estas características.

Impuesto sobre el valor añadido (IVA)

Representa el segundo gran tributo por ingresos fiscales y es la figura impositiva que más incrementos ha sufrido en la UE durante la crisis. Hasta 13 Estados miembros, entre ellos España, ha elevado el gravamen desde 2008. El Ejecutivo de Zapatero, presionado por Bruselas y los mercados, subió el tipo general del 16% al 18%. Y tanto el FMI como la Comisión Europea recomiendan que España apruebe un nuevo incremento para contrarrestar la debilidad de la recaudación. El IVA es uno de los pocos tributos que ofrece un margen de subida, ya que el gravamen español se sitúa 2,7 puntos por debajo de la media europea.

Ningún partido, como era de esperar, incorpora en su programa electoral un aumento del IVA. Sin embargo, no puede descartarse en absoluto que, si la senda de reducción del déficit no se cumple, el futuro Gobierno siga los consejos de Bruselas y suba el principal impuesto indirecto. De momento, el PP propone el camino contrario y apuesta por rebajar del 8% al 4% el IVA que se aplica en el turismo. Aseguran que ello permitiría que España ganara competitividad en un sector clave de la economía española.

Las empresas, más allá de reclamar una rebaja de tipos, piden una modificación en la gestión del IVA que permita pagar el impuesto en el momento en que se cobra una factura y no, como sucede ahora, cuando se emite. Rajoy, se compromete a satisfacer esa petición. Rubalcaba, por su parte, promete que reducirá la factura fiscal en el IVA para aquellas empresas que tengan facturas pendientes de cobro de la Administración.

Impuesto de sociedades

Es el único gran tributo que no ha sufrido un incremento de tipos durante la crisis. De hecho, el Ejecutivo rebajó temporalmente el gravamen del 25% al 20% para las pequeñas empresas con la condición de que mantengan su nivel de empleados. Sin embargo, en un intento desesperado por cumplir el objetivo de déficit, Economía elevó el pasado agosto los pagos fraccionados de este impuesto para las grandes empresas. Ello no implica una subida tributaria, sino que supone adelantar a este ejercicio parte de la factura fiscal del siguiente. La medida eleva la liquidez del Estado a costa de deteriorar la de las empresas.

Existe cierto consenso en que el impuesto sobres sociedades debe reformarse en profundidad. Su recaudación alcanzó los 45.000 millones en 2007 y actualmente apenas aporta 16.000 millones. Para el PSOE, es necesario redistribuir el gran número de deducciones que contempla la legislación y que solo aplican las grandes empresas. De hecho, los beneficios fiscales permiten que una empresa que factura más de 1.000 millones de euros tribute a un tipo efectivo menor que una pyme. El PP, por su parte, promete extender el tipo del 20% a todas las empresas de reducida dimensión.

Más medidas de reactivación

Si bien las cotizaciones sociales no son propiamente un impuesto, actúan como tal. Ambos partidos apuestan por modular los pagos a la Seguridad Social para incentivar el empleo. El equipo de Rubalcaba propone encarecer las cotizaciones para las empresas que "abusen" de la contratación temporal y, a cambio, promete rebajas para los contratos indefinidos. El PP, por su parte, promete bonificaciones para los autónomos que contraten a un empleado por primera vez. Ahora, solo falta por ver si habrá margen para tanto incentivo.

Propuestas

Partido Socialista Ampliar la actual deducción por vivienda a los contribuyentes con rentas hasta 30.000 euros. Actualmente este beneficio fiscal solo rige para rentas inferiores a 24.000 euros.Establecer un impuesto sobre la riqueza para los altos patrimonios.Redistribuir las deducciones en el impuesto sobre sociedades para evitar que las grandes empresas tributen a tipos inferiores que las pymes.Elevar los impuestos sobre el alcohol -excluyendo el vino y la cerveza- y el gravamen sobre el tabaco.Fijar un nuevo tributo para las instituciones financieras similar al establecido en países como Suecia, Reino Unido, Alemania o Francia.Reducir las cotizaciones sociales en contratos indefinidos e incrementar los pagos en los temporales.Introducir mayores criterios medioambientales en la fiscalidad.Partido Popular Elevar los mínimos personales en el IRPF para las familias numerosas y mejorar el tratamiento de los planes de pensiones.Recuperar la deducción por vivienda sin ningún tipo de limitación por renta.Generalizar el tipo reducido del 20% para las pymes, actualmente condicionado a la creación o mantenimiento del empleo.Reformar la tributación por módulos que aplican los autónomos para adaptar la fiscalidad a las circunstancias económicas.Prorrogar a 2012 la medida que permite aplicar el IVA superreducido del 4% a las compraventas de viviendas nuevas.Modificar la legislación del IVA de tal manera que las empresas lo paguen en el momento en que cobran la factura, no cuando la emiten.Convertir el impuesto de actos jurídicos documentados en una tasa.CiURecuperar temporalmente la deducción por vivienda para todas la rentas.Aplicar una exención en el IRPF para los nuevos emprendedores hasta que no facturen más de 30.000 euros al año.Rebajar al 15% el tipo en el impuesto sobre sociedades para las empresas con una cifra de negocio inferior a dos millones de euros.Elevar la deducción por reinversión del 12% al 18%.Fijar un IVA del 4% para el turismo.PNVEstablecer una tasa europea sobre las transacciones financieras que grave los movimientos de capitales con fines especulativos.Modificar el tratamiento de las rentas de capital para acercar su tributación al impuesto sobre sociedades.Establecer un recargo en el IRPF vinculado a políticas sociales concretas.Reformar el régimen de las Sicav.IUIgualar en el IRPF las rentas de capital y del trabajo.Elevar cinco puntos, hasta el 35%, el impuesto sobre sociedades a las empresas con beneficios por encima del millón de euros.Establecer un impuesto solidario sobre las grandes fortunas y un tributo sobre sucesiones a nivel estatal.Suprimir la exención del IBI en los bienes inmuebles de la Iglesia católica e incrementar este impuesto un 100% para las viviendas vacías.UPyDReducir beneficios fiscales en los grandes impuestos.Armonizar el impuesto sobre sucesiones "para evitar tratos discriminatorios".Establecer un nuevo impuesto que grave los productos de lujo."Eliminar los privilegios fiscales de las Sicav".Elevar las penas y el plazo de prescripción de los delitos fiscales.Equiparar el tipo de gravamen de las rentas de capital a las del trabajo.

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