Papandréu sobrevive al voto de confianza tras anunciar un gobierno de unidad
El primer ministro griego, el socialista Yorgos Papandréu, superó hoy una moción de confianza por un ajustado margen de 153 votos a favor y 145 en contra.
En una ajustada votación parlamentaria el primer ministro griego, el socialista Yorgos Papandréu, sobrevivió hoy un voto de confianza tras prometer que iniciará este sábado las negociaciones sobre la formación de un Gobierno de unidad nacional. Sin embargo, no está claro si el propio Papandréu formará parte de este nuevo Ejecutivo, que deber tener el respaldo de al menos un partido adicional, a parte del oficialista Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK).
El primer ministro recibió hoy 153 votos, dos no legisladores acudieron a la votación y 145 votaron en contra del Gobierno. El grupo parlamentario socialista tiene 152 diputados, a lo que se sumó en la votación de hoy el voto de la exministra de Economía Luca Katseli, que había abandonado su partido en protesta contra las duras medidas de austeridad.
En su discurso ante los parlamentarios, Papandréu pidió hoy no sólo el voto de confianza sino que también acusó a la opositora "Nueva Democrática" (ND) de ser responsable de la crisis económica y de no haber participado en los esfuerzos para salvar el país. Los socialistas llegaron al poder en octubre de 2009 y poco después descubrieron que las cuentas públicas que habían recibido del gobierno de ND estaban en un estado mucho peor de los pensado.
En contra de los que pide la oposición, Papandréu dijo hoy que elecciones inmediatas serían "catastróficas" para el país. "Pido el voto de confianza para que el gobierno tenga la fuerza para hacer todo lo necesario para formar un gobierno de cooperación", dijo el primer ministro. Agregó que acudirá mañana mismo al presidente griego, Carolos Papulias, para presentar sus planes. Antes de celebrar unas elecciones, Grecia necesita lo que calificó como una "gobierno fuerte" y "una vez que la situación se haya estabilizado, entonces se pueden convocar los comicios". En ese sentido, el ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, pidió hoy en la Cámara "seriedad para que el país no se destruya" y añadió que "el nuevo gobierno de coalición debe durar hasta febrero (próximo) para que luego se celebren elecciones".
Mientras tanto, ampliar el gobierno es "la última posibilidad" para que conseguir el próximo tramo de la ayuda internacional de 8.000 millones de euros, aseveró el primer ministro. Esas ayudas proceden del primer rescate de mayo del año pasado, cuando Grecia recibió 110.000 millones de euros, mientras que el nuevo paquete, acordado la semana pasada, prevé otros 130.000 millones y la condonación del 50% de la deuda a acreedores privados, pero siempre a cambio de más medidas de austeridad.
Los paquetes de ahorro adoptados en los últimos meses, que incluyen despidos de funcionarios, reducciones de salarios y pensiones, así como aumentos de impuestos, han causado gran malestar social y numerosas huelgas. Y el descontento se ha trasladado también al seno del PASOK, que ha visto como su mayoría parlamentaria ha ido descendiendo desde los 160 diputados en 2009 hasta los 152 en la actualidad. Por eso, Papandréu busca ahora la salida con un gobierno de coalición, de ser posible con la ND, que sin embargo se niega a cooperar si el primer ministro no dimite. El líder de ND, Antonis Samaras, dijo hoy tras el discurso del primer ministro que "se han caído las mascaras. Papandréu rechazó nuestra propuesta. La única solución son las elecciones".
El principal partido opositor, que cuenta con 85 escaños, exige la renuncia del primer ministro, formar de inmediato un Gobierno de transición de expertos para adoptar el plan de ayuda internacional y convocar luego elecciones anticipadas. La crisis política de Grecia comenzó esta semana cuando Papandréu anunció que convocará un referéndum sobre las ayudas pactadas en la cumbre europea del 26 de octubre, lo que al final retiró ayer tras sufrir fuertes presiones internas y externas. Su anuncio fue recibido con mucho malestar entre los socios comunitarios y causó pánico en las bolsas, que temían un voto negativo del pueblo griego y una quiebra descontrolada del país