_
_
_
_
La opinión del experto

Tintín, el aventurero

Mercedes Hernández pone como ejemplo al personaje de ficción creado por Hergé, y cómo sortea todas las vicisitudes que se encuentra en sus múltiples periplos.

El actor Jamie Bell en la premier de 'Las aventuras de Tintín: El secreto del unicornio'
El actor Jamie Bell en la premier de 'Las aventuras de Tintín: El secreto del unicornio'Reuters

Cuando han pasado más de cien años del nacimiento de su creador, el belga Hergé, se estrena una película de Steven Spielberg sobre Tintín que, con toda seguridad, introducirá su figura en los EE UU después de que sus 24 álbumes se hayan traducido a más de 70 idiomas con más de 250 millones de álbumes vendidos. El joven periodista, de edad indefinida y caracterizado por su flequillo y la compañía de su perro Milú, demuestra su excelencia como persona y como emprendedor en todas sus aventuras y es un buen ejemplo de ánimo para enfrentarse a cualquier crisis.

Dejando a un lado las acusaciones racistas, de su primer álbum (en África), y las disparatadas, y sin base alguna, de misógino y homosexual, Tintín es un emprendedor y un innovador nato, y para ello se apoya frecuentemente en su amigo inventor Tornasol. ¿Quién sino él hubiera confiado en viajar a la luna en el cohete rojiblanco, o hubiera probado el minisubmarino, con forma de tiburón, para buscar un barco hundido, artefactos ambos inventados por Tornasol?

La calidad humana y la excelencia de Tintín están fuera de lugar. A lo largo de sus aventuras Tintín demuestra un sólido sentido de la honradez y de la ética. Numerosas veces es tentado por rufianes y malvados de la peor calaña y tiene múltiples oportunidades de venderse, y no barato, a los corruptos intereses de sus enemigos. La mafia más dura le intenta comprar al igual que un importante traficante de armas y un desalmado jefe de policía, pero Tintín no se vende... Su ética y sentido de la justicia siempre le acompañan.

Su capacidad empática e inteligencia emocional son igualmente admirables. ¿Podría alguien sin su paciencia y sentido de la tolerancia aguantar los exabruptos y el alcoholismo latente de su inseparable compañero, el Capitán Haddock, la sordera y las extravagancias del profesor Tornasol, las estupideces de los policías gemelos Hernández y Fernández y las travesuras del mimado Abdallah? ¿Y cómo no admirar su habilidad para entenderse con personajes tan complejos como el sátrapa Emir Ben Kalib Ezab, con el dictadorzuelo Alcázar, e incluso con una insoportable prima donna del bel canto como Bianca Castafiore? Nuestro joven amigo demuestra ser un mago de la empatía.

Merece destacar igualmente la disposición al cambio y a la transformación del joven periodista. Así, no duda en viajar por todo el mundo cuando las circunstancias, su trabajo o amigos lo exigen. La distancia no es impedimento para afrontar nuevos proyectos. Así, le encontramos en el Ártico intentando descubrir un meteorito; en las selvas y altiplanos latinoamericanos tratando de rescatar a sus amigos o de encontrar el secreto de un ídolo indígena; en el fondo del mar, buscando un tesoro; en el Tíbet, convencido de que un amigo suyo ha sobrevivido a un accidente de aviación; en África, en la India y en China, en sus primeras aventuras, e incluso en la Luna, como hemos contado antes. Ni una vez se le ve a Tintín criticar los lugares visitados o sus habitantes. Lo que es más, trata siempre de adaptarse a ellos incluso vistiendo los trajes de cada lugar y adoptando sus costumbres. La globalización no es un problema para él.

Su constante imaginación y creatividad influyen en su capacidad para innovar. Tintín prueba una y otra vez ser una persona imaginativa y creadora ¿Cómo de otra manera hubiera descubierto que la urraca era la ladrona de las joyas de la Castafiore, o que el cetro del rey Ottokar estaba escondido dentro de la cámara fotográfica, o qué convenía pedir a los incas un día en el que iba a suceder un eclipse de sol para ser ajusticiado, lo que les salva la vida a él y a sus amigos?

Tintín afrontaría de forma práctica las crisis política y económica por las que atravesamos. En sus aventuras, asombra por su serenidad al enfrentarse a todo tipo de situaciones comprometidas: desde estar colgado de una palmera a punto de ser devorado por cocodrilos hasta su propio fusilamiento en dos ocasiones, o ser ahorcado en un linchamiento en el oeste americano. ¿Y qué decir de su capacidad de no perder la calma ante ataques de animales de todo tipo, como elefantes, leones, anacondas, gorilas, tiburones e incluso el mismísimo abominable hombre de las nieves?

Sin duda alguna nuestro héroe es un aventurero excelente que nos sería sumamente útil como amigo, político, directivo o empresario. Lástima que solo sea un personaje de ficción, aunque su ejemplo nos seguirá inspirando y haciendo que cada vez tenga más simpatizantes. ¡Larga vida al personaje del genial Hergé!

Mercedes Hernández. Directora de Alianzas y Servicios del Club Excelencia en Gestión

Archivado En

_
_