Bancos galos, alemanes y estadounidenses, los más vulnerables a Atenas
Las entidades de estos tres países suman un total de 100.000 millones de euros en riesgo del país heleno.
La bomba lanzada el lunes por la noche por Yorgos Papandreu tiene destinatarios claros: Alemania y Francia. Los dos países negociaron hasta la semana pasada las condiciones bajo las que Grecia decretaría una quita parcial de su deuda, los bancos europeos se recapitalizarían y se pondría en marcha un mecanismo para evitar el contagio de la crisis. Y estos dos países son los más tienen que perder si se rompe la baraja. Según datos del Banco de Pagos Internacionales de Basilea (BIS), la banca francesa y alemana tienen riesgos en Grecia por valor de 65.000 millones de euros, con datos de junio. Casi la mitad de la exposición a Grecia que tienen los bancos mundiales, cifrada por el BIS en 141.000 millones. EE UU tiene también riesgo en Grecia, aunque de forma indirecta, por 35.000 millones.
Para estas entidades, la deuda pública es lo de menos, apenas 18.000 millones entre los tres países más expuestos. La posibilidad de que Grecia rechace los ajustes y salga del euro no solo afecta a los bonos del Tesoro griegos, abocados a un impago del 50% de su valor. La vuelta de la dracma a Atenas supondría, con toda seguridad, una fuerte devaluación de la divisa y una pérdida de valor de las deudas exteriores, públicas y privadas, griegas, como sucedió con Argentina.
Francia es el país más expuesto: 46.705 millones, la mayor parte de ellos en un epígrafe denominado otras deudas. 7.772 millones son deuda pública y 6.167 millones son exposición indirecta, a través de derivados. Alemania era, a finales de 2010, el segundo acreedor de Grecia. Pero las entidades alemanas han reducido riesgo en el país, y ahora tienen 18.750 millones de exposición. Han mermado sus tenencias de deuda pública helena, que han pasado de 13.000 a 9.000 millones. Con todo, una posible salida del euro y devaluación griegas tendría un efecto demoledor sobre la banca alemana.
La banca europea es el principal tenedor exterior de deudas griegas. En total, suma más del 90% de la exposición. Pero el panorama cambia si se tiene en cuenta la exposición indirecta, esto es, a través de derivados, CDS y garantías. Cuando un banco vende un CDS, en este caso sobre deuda griega, se compromete a indemnizar a los inversores que hayan comprado este seguro si el emisor de la deuda no hace frente a los pagos. Es un tipo de exposición indirecta en el que destacan las entidades de EE UU y, en menor medida, las británicas.
Los bancos estadounidenses tiene, así, solamente 6.000 millones de exposición directa a Grecia, pero suman 35.000 si se añade la exposición indirecta. El país superaría a Alemania como el segundo más castigado. Y es el único de los grandes acreedores de Grecia que ha elevado su riesgo en la primera mitad del año (de 29.000 millones a 35.000, un 21%). Reino Unido tiene, por su parte, 9.194 millones de exposición directa más otros 3.000 en derivados. Las posiciones acreedoras de España son muy escasas, de 1.111 millones en total y las italianas, de apenas 3.900 millones.
Inminente acuerdo del sector financiero para la quita del 50%
El apoyo del sector financiero a una quita del 50% de la deuda griega está cada día más claro. Ayer, el presidente de la Asociación de Bancos Alemanes, Michael Kemmer, señaló en una conferencia en Berlín que la banca europea respalda la quita del 50% a los títulos soberanos del país heleno y añadió que la participación del 90% se alcanzará con toda probabilidad. Por su parte, el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), que negocia la participación del sector en el rescate griego, defendió ayer que el compromiso de condonar un 50% de la quita griega es firme y las virtudes de los acuerdos pactados la semana pasada en Bruselas. No en vano, la eventual salida del euro que provocaría una negativa griega al rescate dejaría pérdidas a la banca aún mayores.