El RACE espera volver a beneficios y descarta vender sus empresas, "salvo hecatombe"
El Real Automóvil Club de España (RACE) espera cerrar este año con beneficios, tras registrar pérdidas en 2010 por los resultados extraordinarios, y descarta la venta de su grupo empresarial, "salvo que se produzca una hecatombe".
Así lo ha asegurado el nuevo presidente del RACE, Carmelo Sanz de Barros, quien ha mantenido un encuentro con los medios de comunicación tras resultar elegido como máximo responsable de la institución en las elecciones celebradas el pasado 6 de octubre.
Sanz de Barros aseguró que la situación financiera del RACE es "fantástica", con un balance saneado. "Hay caja, hay reservas y no hay deuda", destacó el presidente del club, quien avanzó que las perspectivas para el cierre de este año son "muy buenas" pese a la crisis.
En esta línea, el director general de RACE, Guillermo Kessler, puntualizó que en los nueve primeros meses el resultado del club supera en un 60% lo presupuestado. El RACE incurrió en pérdidas en 2010 por los costes extraordinarios derivados de un programa de ajuste con 135 bajas.
El nuevo presidente de la institución descartó la venta del grupo de empresas del club, anulando de esta forma el proyecto en el que avanzó su antecesor, Francisco García-Moliner. "Ya no hablamos de ventas, ni de segregaciones, ni de disputas", enfatizó, para añadir a continuación que no se prevén nuevos ajustes.
Al contrario, la nueva junta directiva pretende potenciar al máximo el negocio del grupo de empresas, desarrollar nuevos nichos de mercado para captar clientes individuales y buscar nuevas vías, como prestar servicios de asistencia a las aseguradoras que estén interesadas en ello.
Sanz de Barros anunció su intención de realizar modificaciones en los estatutos del RACE, que datan de 1967, para, entre otros objetivos, reducir el número de consejeros desde los 16 actuales a unos nueve o diez. También quiere separar la gestión de las empresas, del club deportivo y del Circuito del Jarama.