El beneficio neto de Toshiba bajó un 18,7% entre julio y septiembre
Toshiba registró un beneficio neto de 22.200 millones de yenes (unos 199 millones de euros) entre julio y septiembre, lo que supone una disminución del 18,7% con respecto al mismo periodo de 2010.
El segundo mayor fabricante de chips de memoria flash, Toshiba, se ha mostrado cada vez mas dependiente de la demanda de su principal cliente Apple, mientras que su negocio de energía nuclear sufre retrasos administrativos como consecuencia de la crisis nuclear de Fukushima.
Toshiba anunció el lunes un beneficio operativo de 76.100 millones de yenes (685 millones de euros) de julio a septiembre, frente a los 71.000 millones de yenes del año anterior, con un descenso de las ventas del 3%. Su beneficio neto fue de 22.200 millones de yenes frente a los 27.4000 millones del año anterior, un 18,9% menos.
Los ingresos por ventas del fabricante de electrónica decrecieron un 2,6% interanual hasta 1,58 billones de yenes (14.284 millones de euros), en un retroceso que la empresa atribuyó, en un comunicado, a "la fuerte apreciación del yen".
Sus ramas de negocio más perjudicadas fueron la de productos digitales y la de dispositivos electrónicos, cuyas ventas menguaron un 5% y un 4%, respectivamente.
Según el informe de Toshiba, su negocio de ordenadores "registró ventas débiles en Europa y Estados Unidos" y sintió el impacto de la fuerte apreciación del yen frente al euro y el dólar, mientras que el de televisores acusó la bajada de precios y el fin de la transición al sistema digital terrestre en Japón.
Sin embargo, su beneficio operativo durante este periodo aumentó un 6,2% interanual hasta los 76.100 millones de yenes (685 millones de euros).
En cuanto a los resultados durante la primera mitad del año fiscal nipón, que concluye en marzo, la compañía presentó un beneficio neto de 22.700 millones de yenes (204 millones de euros), un 18,3% menos que en los seis primeros meses del pasado ejercicio.
Sus ventas acumuladas alcanzaron los 2,9 billones de yenes (unos 26.264 millones de euros), un 5,4 menos que en el mismo periodo de 2010, un retroceso también atribuido por la compañía al impacto de un yen más caro y a los efectos del terremoto del 11 de marzo que devastó el noreste de Japón.