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Columna
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Superar el apodo de boutiques bancarias

Muchas de las llamadas boutiques bancarias tienen como objetivo situarse por encima de lo que consideran un apodo insignificante. A Lazard no le gusta ser agrupado dentro de un pequeño grupo de hermanos asesores. Después de otro récord en los beneficios empresariales, a Evercore le empieza a incomodar también la etiqueta. El fundador, Roger Altman, dijo que la empresa ha cruzado la línea, pasando de ser una boutique a convertirse en un actor principal gracias a sus cada vez mayores ingresos, su base de clientes y su alcance geográfico. Pero no es probable que sea suficiente para dar lugar a que los mercados les vuelvan a renombrar. Tampoco está claro por qué estas empresas deberían quererlo.

Ser diferente del grupo les ha servido bien en los últimos años. La crisis financiera ha ayudado a algunas empresas de asesoramiento, debido en parte a los problemas que esta ha causado en las grandes compañías y en parte porque a más clientes les ha gustado la idea de obtener asesoramiento independiente con la esperanza de agarrar otra inversión.

Evercore, por ejemplo, ha asesorado en dos de los seis mayores acuerdos energéticos este año. Los honorarios de la banca de inversión en el tercer trimestre subieron un 25% en relación con el trimestre anterior (en parte impulsado por la adquisición de Partners Lexicon), mientras que Lazard aumentó un 18%. Ambos resultados son mucho mejores que los de sus homólogos grandes, los cuales han registrado descensos.

Esto sin duda fortalece las reclamaciones de las firmas independientes de rivalizar con el grupo prominente -pero solo en las fusiones y adquisiciones-. Lazard es la excepción. Su fuerte división de gestión de activos, que ahora implica casi los mismos ingresos que la asesoría, tiene el mejor argumento para despojarse de la categoría de boutique. Pero incluso Lazard no es todavía un banco de inversión a servicio completo. Es aún más difícil para las pequeñas firmas como Evercore. La empresa de Altman se está expandiendo hacia los valores de renta variable, donde espera ser rentable el año próximo. Pero demasiado éxito podría socavar la percepción de la independencia de las boutiques. Esa es la mayor fortaleza de las firmas de asesoramiento especializado, independientemente de su tamaño. Si la horma del zapato de la boutique encaja, ¿por qué no llevarlo con orgullo?

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