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Valentín Fuster. Director general del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares

"La inversión en investigación es absolutamente crítica"

Reconoce que, debido a los recortes presupuestarios, han dejado de reclutar a nuevos científicos para la institución, aunque reniega de los pesimistas y asegura que España, "un país con un gran potencial", está lleno de profesionales con mucho talento

"La inversión en investigación es absolutamente crítica"
"La inversión en investigación es absolutamente crítica"PABLO MONGE

La pasada semana, Valentín Fuster recibía el Premio Español Universal 2011, otorgado por la Fundación Independiente, un galardón que ya han recibido en anteriores ediciones personajes como Plácido Domingo, Vicente Ferrer, Federico Mayor Zaragoza, Margarita Salas o Pedro Duque. Este médico en los años setenta se fue a estudiar a EE UU, donde todavía reside, llegando a ser catedrático en la Universidad de Harvard. Actualmente es director del Instituto Cardiovascular del Hospital Monte Sinaí de Nueva York y director general y alma máter del CNIC en Madrid (Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares), donde viaja una vez a la semana.

¿Siguen existiendo diferencias entre la investigación aquí y en EE UU?

"La I+D debe ser lo último donde hacer ajustes"

Hay diferencias. EE UU es un país donde la ciencia tiene una gran importancia en la sociedad. Pero si pregunta si en España hay talento para hacer investigación, no hay ninguna duda. A la gente con más talento yo la he visto aquí. Pero España no está preparada tecnológicamente como lo está EE UU.

¿Qué les falta a los profesionales de la investigación en España?

Oportunidades para investigar, tecnologías y llevar a la universidad la cultura de este perfil profesional. Aunque ha ido mejorando. Es un proceso lento, pero la España de 2011 ha cambiado enormemente a la de hace diez años. Sin embargo, la importancia que tienen la ciencia y la investigación debe estar presentes más a nivel público.

¿Por qué ha dado ese salto en diez años?

Es la conciencia de toda la sociedad. En la evolución de un país es fundamental la investigación y el desarrollo. Nos hemos dado cuenta de que este país no se puede quedar retrasado. La inversión en investigación es absolutamente crítica. Me preocupa muchísimo que cuando se habla de recortes económicos, enseguida se cite a los investigadores, cuando en realidad son el motor del futuro de un país. Por la importancia que tiene, la investigación debía ser lo último donde hacer ajustes.

¿Cómo están sufriendo los recortes en el CNIC?

Como cualquier institución, empresario o persona, estamos sufriendo la crisis económica. Lo que hemos hecho es salir a por becas en el extranjero, porque desde el punto de vista de financiación es importante. Tenemos una visión muy clara de que debemos competir con las grandes becas. Hemos tenido que priorizar. Disponemos de un equipo muy bueno, pero no podemos reclutar a otros nuevos investigadores. Los proyectos que no eran estrella pasan a un segundo plano. Lo que no podemos cortar es la tecnología. Investigar sin tener la tecnología a punto es un gran error. Tenemos espacio para fichar a 100 investigadores más, pero no podemos lanzarnos a contratarlos.

¿Cómo ve la profesión investigadora en España?

Está mucho mejor que hace 15 años. La investigación es una vocación. Naces con la curiosidad, lo que necesitas es que el sistema te ayude. Este es un país en el que la cultura de investigación va algo retrasada respecto a otros países, pero ha avanzado muchísimo. Ahora nos damos cuenta que el talento que tiene este país es impresionante. Lo que tenemos que hacer es saber quién es el investigador y darle las armas para que pueda llegar a una independencia.

¿La nueva Ley de la Ciencia facilita el camino?

Tiene aspectos positivos. Porque se fomenta la investigación en terreno aplicado, no solo a nivel básico. Esto es la primera vez que se hace de forma seria. Pero no creo que vaya a cambiar todo por una ley.

¿Qué supone la acreditación de excelencia Severo Ochoa ganada por el CNIC?

Supone haber logrado una excelencia en cuatro años y obtener cuatro millones de euros, que es muy importante. Cuando llegué aquí, hace cinco años, la gente decía que no conseguiríamos estar donde hoy estamos. Hay gente muy negativa. Tenemos un país con gran potencial. Cuando me hablan de España yo hablo muy positivamente, más que hundir al país.

Una cantera como la del Barça

Además de trasladar la investigación básica a la aplicada, uno de los pilares del CNIC y uno de los asuntos que más parecen interesar a Fuster durante la entrevista es la formación de nuevos investigadores. El centro cuenta con 12 programas dentro del plan CNIC-Joven. Están enfocados para edades desde 15 años, con estancias estivales para alumnos que hayan demostrado una curiosidad por la ciencia. En cuatro años ya comienzan a tener resultados, con los primeros estudiantes que entran en carreras como Medicina o Farmacia y que siguen vinculados a la institución. "Creo que en España, en cuestión de 10 a 15 años vamos a tener 200 investigadores que han salido de nuestra cantera. Es como el equipo de fútbol del Barcelona. Esto también es una cantera", explica.Además, disponen de programas de prácticas para universitarios, becas para recién graduados, posgraduados y doctores e investigadores que ya hayan presentado su tesis.Agradece Fuster la ayuda que ha encontrado -para los planes educativos- en el grupo de firmas que conforman la Fundación ProCNIC. "Cuesta encontrar financiación privada. Aunque yo tengo 13 empresas en España que me han ayudado en los proyectos de investigación. El mecenazgo en Europa no es como en EE UU, pero algo existe". Entre estas compañías se encuentran Acciona, BBVA, Endesa, Telefónica, Gas Natural, Repsol, La Caixa o Prisa (editor de CincoDías). Reconoce que el centro "ha funcionado" por la integración del dinero del Estado y del dinero del ProCNIC. "Ha permitido estar tecnológicamente en la vanguardia y además realizar los programas de educación".

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