Muñoz Molina disfruta de las ventajas del cuento
Presenta su recopilación 'Nada del otro mundo'
Después de 30 años de producción breve, un autor reconocido por sus novelas como Antonio Muñoz Molina ha decidido llegado el momento de agrupar sus cuentos en un volumen, Nada del otro mundo (Seix Barral), que presentó el viernes en Madrid en una acto que fue un sostenido panegírico hacia las ventajas del género, tanto para el lector como para el escritor.
"Recuerdo el momento en que surgió cada una de estas historias. Tengo una relación personal con ellas, son en parte retratos de experiencias con los que luego construyes una maquinaria de relojería, más fácil de controlar y analizar que una novela", explicó el escritor y académico.
En su conjunto, estos relatos forman de alguna manera "un retrato sociológico" de la España que ha recorrido desde que escribió la primera, en 1983, hasta la última, de apenas hace unos meses. Admite que ha resistido la tentación de retocar los cuentos más antiguos, para dejar hablar al escritor que fue en el momento de su elaboración. El volumen contiene una historia inédita, junto a una buena cantidad que fueron publicadas en prensa o revistas.
Muñoz Molina lamenta que, sin embargo, la costumbre de publicar cuentos se esté perdiendo en las publicaciones periódicas: "Parece que los periódicos en España se hacen pensando en gente a la que no le gusta leer, como si los bodegueros hicieran vinos para abstemios", señaló con ironía, para remachar afirmando que "hoy se encuentra más literatura en un vagón del metro que en un suplemento cultural".
Como es de rigor, el abanico temático de las 14 historias contenidas en Nada del otro mundo es amplio, incluyendo desde senderos ya recorridos por el autor, caso de las historias de corte social o sentimental o las desventuras de asesinos en serie, hasta algunos novedosos, incluyendo los de giro más fantástico por los que admite no sentir predilección.