"Las ETT siempre salimos perjudicadas"
Aboga por una reforma laboral en profundidad y reclama colaborar con el 'Inem' en la gestión del empleo
Ha desempeñado su carrera en el área de las finanzas. La trayectoria de Rodrigo Martín, economista madrileño de 40 años, comienza en la división financiera de Accenture y en el departamento de organización de Antena 3. Hace 14 años llegó precisamente como controller a Randstad, donde ocupó la plaza de director financiero y de responsable de integración de varias empresas adquiridas. A principios de este año, su carrera dio un giro al asumir la máxima responsabilidad de la compañía.
¿Cómo llega un financiero a la presidencia de una organización?
"El servicio público conoce a los parados y nosotros a las empresas"
Soy una persona trabajadora y conozco bien el sector y la empresa. Es importante la experiencia con la gestión de personas y en ese terreno no me ha ido mal. Es importante saber cómo dirigir grupos humanos, hacer que haya un buen equilibrio, que reine el buen ambiente, aunque el proyecto sea estresante.
¿Gestionar personas es una tarea ardua?
Es difícil sobre todo gestionar las diferencias. Si estuviéramos en un negocio industrial, manejaríamos las diferencias en tecnología, pero nosotros nos dedicamos a un negocio de personas y la clave está en el talento. La diferenciación está en quién tiene a las mejores personas.
¿Qué estilo de dirección ha de aplicar para tener esa diferencia?
Bastante democrático. Me gusta pedir la opinión de las personas, involucrarlas en la toma de decisiones. Es clave la ejecución, la velocidad en la toma de decisiones. Muchas personas hablan de la falta de ideas, pero muchos proyectos fracasan en la fase de implementación, en la ejecución. Sobre el papel todos diseñamos proyectos, pero la velocidad y la implementación con el estilo de liderazgo son muy importantes.
Es experto en integrar equipos de distintas compañías.
El proyecto más ambicioso que hicimos en este sentido fue la integración del grupo Vedior, fue la más grande y compleja, pero unificamos las empresas, toda la política comercial y la red de oficinas, todo en el plazo de 10 meses. Fue un proyecto relativamente estresante. En la gestión de personas hay que premiar el éxito, y aquellos que han participado en proyectos de este tipo han progresado. Todo ejecutivo debe acordarse de reconocer el trabajo bien hecho. A veces da miedo porque al reconocerlo parece que adquieres una deuda con esa persona, pero lo que haces es reforzar actitudes en positivo.
Asume usted el liderazgo de la compañía en plena crisis, ¿le gustan los retos?
No me asusta asumir riesgos, aunque el reto es interesante, pero me ha tocado en esta fase y la verdad es que no me asusta. Creo que además estamos demasiado intoxicados por comentarios sobre la crisis, pero quiero pensar que estamos haciendo bien las cosas. Hay incertidumbre, pero si no comunicas bien, lo que sucede es que incrementas esa incertidumbre.
¿La crisis tocó de lleno a las empresas de trabajo temporal y de servicios profesionales?
Nuestro peor año fue 2009, donde la actividad cayó el 40% debido a que la mayoría de las empresas realizaron ajustes en sus estructuras. A partir de ahí, nos sentamos con el equipo con el fin de mantener nuestra estructura en la medida de lo posible. Cuando lo explicas y resultas creíble es cuando disminuye la incertidumbre. Ese bache lo hemos superado. Randstad mira hacia fuera, presta servicios a los clientes, que no saben qué es lo que va a suceder mañana.
Las empresas de trabajo temporal siempre han estado en el punto de mira de todas las críticas.
Se dice de forma generalizada que las empresas de trabajo temporal somos las grandes beneficiadas por la reforma laboral, y es falso. ¿Por qué no puedo ofrecer a los mejores si los tengo para el sector público, o en los sectores prohibidos por riesgo, como la construcción, el sector químico o el personal sanitario? La ley lo prohíbe, dice que los profesionales pueden accidentarse más si están contratados por nosotros que por una empresa. Dedicamos un 1,25% de la masa salarial a formación y una parte va destinada a riesgos laborales. Es un tema que cuidamos mucho porque no nos apetece que nos vinculen con la siniestralidad.
¿Por qué siempre han estado penalizados?
Es un estigma social, siempre salimos perjudicadas. En los países en los que hay una mayor penetración de las ETT hay menor paro. El día 5 de diciembre es el plazo límite por el que la directiva europea pone las restricciones a las ETT en España. Lo que tiene que haber es una reforma laboral profunda. Por ejemplo, la directiva europea pone trabas para que actuemos en el sector público, en el que más temporalidad tiene. El 70% de nuestra actividad tiene que ver con el empleo, ¿por qué no podemos colaborar con el sector público para poder crear empleo?, ¿por qué no utilizarnos si tenemos los recursos? Si el fin es generar empleo, debemos echar toda la carne en el asador. El servicio público tiene el conocimiento de los parados y nosotros el de las empresas, sabemos lo que necesitan los directores de recursos humanos. El objetivo es generar empleo a la que vez que se incentiva la actividad económica. Y disponer de un mercado menos rígido.
"Hay que perseguir el fraude en los subsidios"
Es necesaria una gestión más eficiente de los subsidios, "hay que conseguir que sirvan para lo que fueron ideados", asegura Rodrigo Martín, que no duda en alentar a "perseguir el fraude e incentivar el esfuerzo de las personas que realmente buscan trabajo". Otro reto es eliminar las diferencias de la directiva europea, de manera que solo las ETT gestionen la temporalidad. "Sería valiente, porque puede haber fraude en los contratos temporales pero no en las ETT, porque tenemos inspecciones de trabajo periódicas", dice Martín.Su objetivo en Randstad es "ser el preferido por los clientes para que sus empresas crezcan". Asegura que el siguiente reto es alcanzar el liderazgo en búsqueda de profesionales y directivos. "Tenemos que ser los primeros en llevar el mejor talento a las empresas".