La UE desmiente que esté estudiando usar el fondo de rescate para ayudar a Italia
Los países de la zona euro no están estudiando utilizar el fondo de rescate europeo (FEEF) para ayudar a Italia, según han asegurado hoy la Comisión Europea y otras fuentes comunitarias, que desmienten así la información publicada por Le Monde. El diario francés afirmaba que el fondo de rescate empezaría lo antes posible a comprar bonos italianos.
"No hay ningún elemento nuevo respecto de Italia y un hipotético uso del FEEF", ha indicado el portavoz económico de la CE, Amadeu Altafaj, preguntado por algunas informaciones según las cuales la eurozona estaría discutiendo la opción de activar el fondo ante la cada vez más delicada situación de Italia.
Otras fuentes comunitarias coincidieron en que "es pura especulación, habrá muchos rumores de aquí al miércoles".
En concreto, el diario francés Le Monde aseguraba en su edición de hoy que la ayuda consistiría en apoyar al país para conseguir que pueda financiarse en los mercados en condiciones razonables, una posibilidad ya prevista en el acuerdo alcanzado el pasado 21 de julio y ratificado por los 17 miembros de la zona euro.
El fondo podría ofrecer, según este acuerdo, líneas de crédito o directamente comprar deuda soberana italiana en el mercado secundario para evitar que se disparen los intereses exigidos al país por los inversores.
Las noticias sobre una posible utilización del FEEF para ayudar a Italia han trascendido sólo un día después de que los líderes europeos pidiesen al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, que adopte "nuevas medidas" de ajuste y ponga en marcha las ya aprobadas para poder restaurar la confianza en los mercados.
Berlusconi convocó para esta misma tarde un Consejo de Ministros extraordinario para estudiar nuevos ajustes para rebajar el déficit y el endeudamiento como le pidieron desde la Unión Europea.
Aunque no precisó las medidas económicas, Berlusconi ya adelantó que entre ellas se estudiará el aumento de la edad de jubilación hasta los 67 años, una idea que la CE considera válida pero no suficiente para acabar con las arraigadas debilidades estructurales de la economía italiana.