Rubalcaba y el 21-N
El candidato socialista a la presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, continúa con su frenética actividad pública. Acto tras acto, entrevista tras entrevista, está desplegando una vitalidad realmente asombrosa. "No es de extrañar. Está acostumbrado a vivir a ese ritmo", confiesan algunos de sus más cercanos. Un círculo de colaboradores -que le sigue a ciegas, aunque con la lengua fuera- que cuida hasta al más mínimo detalle "todo lo que necesite el jefe". Incluido qué hacer el 21-N.
En el análisis de escenarios del día después, una de las incógnitas que ha aparecido es qué hacer si los resultados electorales son tan negativos como apuntan la mayor parte de las encuestas, es decir, el peor del PSOE en unas generales. En este supuesto, el mensaje que maneja y transmite el entorno de Rubalcaba es claro y meridiano: capitanear la recomposición del PSOE desde la dirección del partido, tras el pertinente Congreso. Algo para lo que parece contar ya con el apoyo de destacados barones.