La CE liberaliza los 'slots' para generar más competencia en los aeropuertos
La Comisión Europea tiene previsto aprobar próximamente una drástica reforma de la legislación comunitaria sobre aeropuertos para combatir su saturación. Entre los principales cambios figura la posibilidad de comprar y vender los turnos de vuelo (slots) y el endurecimiento del control para liberar los infrautilizados.
Bruselas vuelve a la carga en su ofensiva por liberalizar el uso de los slots en los principales aeropuertos comunitarios. La Comisión se pronunció hace tres años a favor de la compraventa de turnos de vuelo y confirmó la legalidad de ese tipo de transacción, pero el guiño político-jurídico ha tenido escasos efectos.
Salvo en Reino Unido, donde se ha desarrollado un incipiente mercado secundario de slots, en el resto de países apenas han cambiado de manos. Y en los aeropuertos españoles o en alguno francés (como París-Orly) la compraventa incluso está prohibida.
El vicepresidente de la CE y comisario europeo de Transportes, Siim Kallas, parece decidido a terminar con esa situación. Su departamento prepara una proyecto de reglamento, cuya aprobación se prevé a finales de noviembre, que permitirá a las líneas aéreas comerciar con sus turnos de vuelo para ofrecérselos al mejor postor. La Dirección General de Competencia de la CE, sin embargo, se resiste a la propuesta, por temor a que las grandes líneas adquieran y acaparen los slots disponibles.
Objetivo: 24 millones de pasajeros más al año
"La nueva normativa pretende resolver los problemas de capacidad que afrontan buena parte de los aeropuertos europeos", defienden fuentes del departamento de Kallas. Sus estudios de impacto, realizados por la consultora Steer Davies Gleave, calculan que la reforma total de la normativa (incluida la comercialización de los slots) permitirá transportar casi 24 millones más de pasajeros al año, más del doble que el incremento esperado con el acuerdo de liberalización del espacio aéreo transatlántico entre la UE y EE UU.
El mismo estudio apunta a los aeropuertos de Orly, en París, y de Düsseldorf (Alemania) como los dos que lograrían un mayor aumento de capacidad con la compraventa de slots. En los aeropuertos españoles, el impacto sería menor porque la oferta de turno de vuelos suele exceder a la demanda salvo en horas punta.
La Comisión advierte, no obstante, que la saturación aeroportuaria puede generalizarse en los próximos años, a medida que aumente la demanda y la crisis económica remita. Las previsiones de Eurocontrol hasta 2030 indican que entre 19 y 39 aeropuertos alcanzarán en los próximos años el máximo de su capacidad actual, lo que podría provocar una dramática escalada en los retrasos acumulados en toda la red.
Más uso
El nuevo reglamento intentará combatir esa situación con un uso más eficiente de la capacidad disponible y facilitando la entrada de nuevos operadores en los principales aeropuertos.
Para lograrlo, el proyecto prevé exigir una utilización mínima del slot durante el 85% del tiempo disponible (80% en la actualidad). De lo contrario, deberá ceder su uso a otra aerolínea. El estudio de impacto duda de que esa medida libere muchos turnos de vuelo.
Los criterios de reparto de los slots disponibles también se modificarán para facilitar el acceso de las compañías con menos cuota de mercado en cada aeropuerto.
Los servicios de 'handling' deberán mejorar la calidad
La nueva legislación aeroportuaria también afectará a los servicios de handling (equipajes, combustible, cargo, correo, etc.), a los que Bruselas quiere obligar a mejorar la calidad del servicio con un nuevo reglamento. La norma obligará a que al menos tres compañías, en lugar de dos, ofrezcan esos servicios en cada gran aeropuerto.Para intentar atajar la espiral de reducción de costes y deterioro del servicio que se ha producido tras la primera liberalización del sector (1996), Bruselas quiere ampliar los periodos de adjudicación de la contrata (de 7 a 10 años) y permitir la subrogación del personal de una compañía a otra, así como incentivar la formación de los empleados.