La banca puede necesitar 14.000 millones más. ¿Públicos o privados?
Los primeros cálculos de las necesidades de capital de la banca española se acercan a los 14.000 millones de euros, la mayoría de ellas para las cajas, contabilizando una mayor deterioro de los activos inmobiliarios y con una pérdida de valoración de la deuda soberana, de la que las entidades españolas tienen nada menos que 215.000 millones sólo con el sello de España. Pero la cuestión vuelve a ser la de hace tres años: recapitalización pública o privada. Los bancos, con buen criterio, no quieren al Estado en su capital y su consejo ni en pintura. Las cajas, como no son de nadie, qué remedio: capital público.
Los activos ponderados por riesgo de los bancos y las cajas españolas llegan a casi dos billones de euros, y el 7% de Tier 1 que la Autoridad Bancaria Europea quiere establecer para garantizar su solvencia supone que las necesidades adicionales se acercarían a los 14.000 millones de euros, de los que más de 10.000 millones irían a las cajas de ahorros, según el escenario más adverso diseñado por la EBA el pasado verano. Esta cuenta, como el establecimiento de una tasa de Tier 1 en el 7%, es un ejercicio teórico, puesto que en términos prácticos cada entidad necesitará capital en función de la valoración esperada de los activos que tiene en su cartera de crédito.
Las entidades españolas tienen gran concentración en crédito inmobiliario, y aunque mayoritariamente está concedido a familias, hay una parte nada despreciable de crédito a los promotores inmobiliarios, unos 330.000 millones de euros. Qué valoración nueva se otorgue a esos activos, así como al suelo, determinará la pérdida de valor de la cartera y, como consecuencia, las necesidades de cobertura de capital. Además, la banca deberá tensionar sus cuentas con un escenario recesivo no descartable ahora en España, y que podría prolongarse durante todo el ejercicio de 2012, y que elevaría notablemente el desempleo y la tasa de morosidad de los particulares y las pequeñas empresas.
Además, la banca española tiene una cartera de deuda pública muy abultada. Apenas tiene unos cuantos títulos de la depreciada emisión griega, pero tiene más de 200.000 millones de euros en títulos españoles, tamto del Estado como de las comunidades autónomas, que debería contabilizar con un valor inferior al de emisión. Ya hoy el mercado secundario la negocia con un descuento pequeño, pero que puede ir a más. De cómo se contabilice dependerá también la necesidad real de capital.
La cantidad de capital necesario para la banca española no parece infinanciable. Pero la cuestión es la naturaleza de los recursos, que en mayoritariamente tendrán que ser públicos, puesto que las cajas de ahorro ya han demostrado en los meses pasados su incapacidad para capturar capital en el mercado exterior, con la excepción de las dos grandes cajas. Y en cuanto a los bancos, siempre han recelado del dinero púbico, pues una mínima presencia del dinero público en su capital y en su consejo condiciona cada decisión, desde el punto de vista de las inversiones y desde el punto de vista de la remuneración de sus gestores, tal como ayer recordó Durao Barroso.
Los bancos españoles privados siempre han dicho que tenían capital suficiente, y algunos figuran etre los mejor dotados de Europa. Pero deben ir pensando en operaciones de ampliación de capital en los póximos meses (¿semanas?), porque cuanto más tarde, más dificultades para captar recursos.