Una feria de SAP más grande que todo SIMO
SAP, el gigante alemán del software empresarial, ha elegido Madrid para celebrar su evento europeo más importante. Se llama Sapphire Now y tendrá lugar entre el 8 y 10 de noviembre. Lo curioso es que tendrá lugar en Ifema y ocupará (ojo al número) cinco pabellones del recinto ferial de Ifema. Cuatro más de lo que ocupó la semana pasada el Simo, hasta hace poco la mayor feria tecnológica en España.
Este dato -aunque una feria no tiene porqué medir su calidad por espacio- si ha desatado en el sector las comparaciones y las críticas hacia los organizadores de Simo, que otro año más no supieron atraer ni grandes novedades tecnológicas, ni a muchas grandes empresas, ni a pesos pesados del sector. Tanto es así, que ayer el propio director general de SAP Iberia, José María Sabadell, definió el evento de su compañía como "la mayor feria tecnológica que va a tener este año lugar en Madrid".
El Sapphire prevé reunir en la capital española a unos 8.000 asistentes procedentes de 45 países diferentes. Pero, lo más importante, trae hasta Madrid a los máximos responsables de la compañía en las áreas más estratégicas. Y habrá ocasión de escuchar a Jim Hagemann, co-consejero delegado de SAP, y Vishal Sikka, el máximo responsable de tecnología de la empresa y, por tanto, un gurú de por dónde irá el futuro de las aplicaciones empresariales. Este año, los temas sobre los que avanzarán tendencias y soluciones tendrán que ver con el análisis masivo de datos al que se enfrentan las compañías y todo el asunto de la movilidad de las aplicaciones empresariales.
Pero como señaló Sabadell, "no hay muchas compañías tecnológicas globales que organicen eventos de este tipo en Madrid". Y ahí está el problema. Porque como reconocía el día de la inauguración del Simo, Salvador Cayón, director de Marketing de HP, "un modelo de congreso [refiriéndose al nuevo formato de esta feria] puede tener sentido, pero hace falta que la industria se lo crea y las grandes empresas traigan aquí sus congresos".
El Simo de hace dos años logró cierto tirón porque Microsoft se apuntó para el evento el lanzamiento de Windows 7, y el gigante de Redmond estuvo allí acompañado por muchas empresas socias. Pero en la pasada edición y en esta, las críticas han vuelto a arreciar sobre sus organizadores.
Algunas empresas participantes han vuelto a preguntarse si tiene sentido seguir adelante con Simo, tal y como está ahora. Aseguran que la marca está desgastada y es una feria que ya se cuestiona de forma recurrente, porque se ha entrado en una espiral de la que es difícil salir.
Algunas voces se plantean que igual no sería descabellado cambiar el nombre de la feria e incluso de ciudad. Y otras insisten en que hay que defenderla "como sea, porque es la única feria autóctona e internacional que tenemos, y si desaparece va en contra de la propia industria". En ese sentido, recuerdan que el Sapphire de Sap se hace este año en Madrid, pero el próximo año seguramente recaerá en otra ciudad europea.