Muere Steve Jobs
Steve Paul Jobs, cofundador y presidente de Apple Computer, uno de los mayores innovadores en la industria informática, ha fallecido hoy después de transformar los hábitos de consumo de varias generaciones con productos como el iPod, el iPhone o el iPad.
"Recordar que moriré pronto constituye la herramienta más importante que he encontrado para ayudarme a decidir las grandes elecciones de mi vida. Porque casi todo -todas las expectativas externas, todo el orgullo, todo el temor a la vergüenza o al fracaso- todo eso desaparece a las puertas de la muerte, quedando solamente aquello que es realmente importante. Recordar que van a morir es la mejor manera que conozco para evitar la trampa de pensar que tienen algo que perder. Ya están desnudos. No hay ninguna razón para no seguir a su corazón". Steve Jobs, el fundador de Apple, gurú tecnológico y uno de los empresarios más visionarios y revolucionarios de los últimos años, pronunció estas sentidas palabras en un ya mítico discurso pronunciado ante los estudiantes de la Universidad de Stanford en 2005, apenas un año después de conocer que estaba enfermo de cáncer. El mismo cáncer que ha acabado hoy con su vida a los 56 años de edad.
Luto
"La brillantez, la pasión y la energía de Steve fueron la fuente de incontables innovaciones que enriquecen y mejoran nuestras vidas. El mundo es enormemente mejor debido a Steve", afirmó anoche el consejo de administración de Apple en un comunicado. Su familia añadió que Steve "murió en paz y rodeado de los suyos". Hoy las tres banderas en la entrada de la sede de Apple en Cupertino (California), una estadounidense, otra de California y una tercera de la compañía, ondeaban a media asta. La página web de la compañía está monopolizada por una foto en blanco y negro de Jobs.
"En su vida pública, se le conocía como un visionario. En la vida privada, disfrutaba de su familia. Estamos muy agradecidos a la mucha gente que ha compartido sus buenos deseos y oraciones durante el último año de enfermedad de Steve", indican sus familiares.
El anuncio -tan temido como esperado, ante los problemas de salud de Jobs en el último año- suscitó una lluvia de reacciones, desde el presidente de EEUU, Barack Obama, a millones de usuarios anónimos. En un comunicado distribuido por la Casa Blanca, Obama rindió homenaje a alguien "entre los más grandes de los innovadores estadounidenses, lo suficientemente valiente para pensar de modo diferente, lo suficientemente osado para creer que podría cambiar el mundo y con el talento necesario para conseguirlo".
A la reacción del mandatario estadounidense se sumaron las de numerosas personalidades y cientos de millares de usuarios comunes y corrientes que acudieron a la red Twitter con diversos hashtags para rendir homenaje a uno de los grandes ídolos del siglo XXI.
Jobs ejerció como consejero delegado de Apple hasta finales de agosto, cuando renunció por no "poder hacer frente a sus obligaciones", en lo que apuntaba a un empeoramiento de su salud y después de ocho meses de baja por motivos médicos. El ejecutivo había superado un tumor de páncreas en 2004, un trasplante de hígado en 2009 y este año fue visto en centros para pacientes de cáncer, si bien nunca se confirmó que se le hubiera reproducido la enfermedad.
El 5 de enero Jobs aseguró en un comunicado que sus médicos habían determinado que sus problemas de salud tenían como origen un desequilibrio hormonal de tratamiento "simple y sencillo". En 2011 se prodigó muy poco públicamente y reapareció para la presentación del iPad 2 el pasado mes de marzo, un evento en el que fue recibido con una sonora ovación y en el que se mostró extremadamente delgado. El pasado martes Apple desveló su nuevo modelo de iPhone, el iPhone 4S, en un acto conducido por Tim Cook, sucesor de Jobs, quien no acudió a la cita como solía hacer desde el debut en 2007 del revolucionario dispositivo.
Dudas
Las dudas se ciernen una vez más sobre Apple, el imperio que fundó junto a su amigo Steve Wozniak en 1976 en un garaje de Mountain View. Y es que pocas empresas como Apple ejemplifican mejor el efecto que puede tener un liderazgo claro en el devenir de una compañía. Jobs no fue un inventor. Muchas de las grandes ideas las tomó prestadas de sus colaboradores. O, simplemente las compró. Pero pocos como él supieron anticiparse a los gustos de los consumidores y, lo que es más importante, supieron guiarlos hacia nuevos productos que han cambiado de manera radical la forma en que se consume música, se llama por teléfono o se navega por internet.
Debutó con el Apple I, que reportó una facturación de 774.000 dólares. Con el Apple II (la obra, en realidad, de Wozniak), la compañía lanzó al mercado el primer ordenador personal. Con pantalla en color. El ordenador vendió un millón de unidades y haría ricos a Jobs y a Wozniak. La empresa entró en Bolsa en 1980, y en 1983, IBM se convertiría en el gran rival: entraría en el negocio de los ordenadores personales, y definiría el mercado de los ordenadores tras asumir el sistema operativo de Microsoft.
Fue entonces cuando Jobs decidió fichar a John Sculley, presidente de PepsiCo y conocido por sus habilidades para el marketing. "Si te quedas en Pepsi", cuenta la leyenda que le dijo a Sculley para convencerle de que cambiase de aires, "venderás mucha agua con azúcar a los niños; si te vienes con nosotros cambiarás el mundo".
Un año después aparecería el Apple Macintosh (Aquí puedes ver a un jovencísimo Jobs presentando la demo del ordenador), cargado de diseño y potencia, el producto que popularizaría el ratón y los iconos en el escritorio y que no tardaría en ser copiado por Bill Gates para su Windows. Con el éxito llegaron Jobs y Sculley chocaron.
"Habíamos presentado nuestra más grandiosa creación -el Macintosh- un año antes, y acababa de cumplir los 30. Y luego me despidieron", explicó ante los alumnos de Stanford. "¿Cómo te pueden despedir de una compañía que fundaste? Debido al crecimiento de Apple contratamos a alguien que pensé que era muy talentoso para dirigir la compañía conmigo. Los primeros años las cosas marcharon bien. Sin embargo, nuestras visiones del futuro empezaron a desviarse y finalmente tuvimos un tropiezo". El consejo respaldaría a Sculley. Jobs saldría de la compañía. Wozniak haría lo propio en 1985.
Reinvención
El ejecutivo no perdería el tiempo. Fundó primero NeXT, una compañía que lanzó un sofisticado -y caro- ordenador dedicado a la educación. Nunca fue un éxito comercial.
Sí lo fue su siguiente proyecto: la compra en 1986 de Pixar, unos pequeños estudios de animación que se han convertido en la referencia en el sector con una serie de éxitos que comenzaron con Toy Story, Cars, Los Increíbles, Up o Buscando a Nemo.
Mientras tanto, Apple languidecía sin la figura de Jobs. Perdió su liderazgo tecnológico, una caía que no puedieron revertir una serie de consejeros delegados. En 1997, la empresa californiana compraría NeXT, y usaría su sistema operativo como base para el futuro OS X. En ese momento comenzó la segunda parte de una carrera apasionante: Jobs volvía para protagonizar una de las mayores resurrecciones de la historia empresarial mundial: de la bancarrota a convertirse por momentos en la mayor empresa del mundo.
Primero llegó el iMac G3, un ordenador sin torre, alojada en la pantalla y dotada de un diseño revolucionario que se convertiría en el PC de referencia de la compañía. Este producto, y el potente software de la compañía, convirtió a Apple en la opción preferida por los diseñadores. Pero dejaba a la compañía con apenas un 3% de la cuota de mercado.
Revolución
Y llegó en tonces otro golpe maestro de Jobs. En los primeros años del nuevo siglo, vio un hueco en el negocio musical en internet. Fue el primero en lograr convencer a las discográficas de que su software daba la seguridad suficiente para comercializar sus canciones por la Red. Nacía la tienda iTunes. Pero la gran revolución llegaría de la mano de un pequeño y elegante aparato que se sincronizaría con este programa y que sería capaz de transportar y reproducir la música que ocupaba la mitad del salón de las casas de todo el mundo. El iPod se hizo con el mercado de los reproductores de música portátiles. No solo eran los mejores productos. también eran los más cool.
De la misma manera que cambiaría el negocio de los smartphones con el lanzamiento del iPhone en 2007, el terminal que se ha convertido en la refrencia seguida por otros rivales como Samsung o HTC. El cáncer de páncreas diagnosticado en 2004 no impediría que Apple crease aún un nuevo segmento de negocio que le ha quitado parte del pastel a los ordenadores portátiles y a los incipientes netbooks: el iPad seguiría con la senda de diseño y estilo y facilidad de manejo de sus productos, sumado a una tienda de aplicaciones que daba al usuario una experiencia difícilmente igualable.
En enero de 2006, Apple superó a su rival informático Dell Computer en capitalización bursátil. WEl año pasado, pasó a ser -de manera breve- la mayor empresa mundial por capitalización. Pocos años antes, el propio Michale Dell le había recomendado que cerrase Apple y devolviese el dinero a los accionistas.
"Nadie quiere morir", admitía el propio Jobs. "Incluso la gente que quiere ir al cielo, no quiere morir para llegar allá. La muerte es el destino que todos compartimos. Nadie ha escapado de ella. Y es como debe ser porque la muerte es muy probable que sea la mejor invención de la Vida: Es el agente de cambio de la Vida. Elimina lo viejo para dejar paso a lo nuevo".
Es el turno de Apple. Ha de pasar el trance de olvidar la figura de su fundador para entrar en lo desconocido. Para reinventarse. Una vez más .