Los médicos avisan del efecto del ajuste en los pacientes
Más de 4.000 médicos que integran la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) se reunirán mañana para expresar su descontento con la política de recortes que están llevando a cabo en algunas comunidades autónomas. Desde el punto de vista de este sindicato, las "tijeras" deben emplearse en aquellos aspectos donde la reducción presupuestaria deje a salvo los derechos de los pacientes y las condiciones de trabajo de los profesionales.
Ayer los facultativos catalanes de los ocho hospitales del Instituto Catalán de la Salud (ICS) aprovecharon el anuncio realizado esta semana por la Generalitat de Cataluña para advertir que el asunto se está haciendo "insostenible", ya que se ha suprimido el 30% de las camas y el 40% de los quirófanos.
María Teresa Fuentesalz, delegada de Médicos de Cataluña en Bellvitge, explicó que se han cerrado 100 camas y se han reducido de 35 a 29 los quirófanos operativos, lo que implica dejar de operar a 2.000 personas.
En Vall d'Hebron también han suprimido 120 camas y desde abril se opera un 50% menos. Además, se prevé que este año se dejen de realizar 5.000 intervenciones quirúrgicas -cada año se hacían unas 40.000-, según ha señalado Roser Solans, representante de la junta clínica, quien ha añadido que hay 1.200 personas esperando un TAC para operar o por un control de oncología.
El recorte ha afectado a todos los centros y todo tipo de profesionales, también a los médicos de guardia, lo que está provocando una sobrecarga de pacientes a los especialistas, que repercute a su vez en la tutela de los médicos MIR en formación.
Los representantes de los hospitales piden al Instituto Catalán de la Salud que se paralicen estas medidas de ahorro y se busquen alternativas de financiación que permitan a la Administración entregar a la sanidad, con urgencia, los 77 millones que necesita para seguir funcionando.