El Eurogrupo retrasa hasta noviembre la ayuda a Grecia
Nadie esperaba que los ministros de Finanzas de la zona euro liberasen el lunes el sexto tramo de la aayuda a Grecia. Y no lo hicieron. Pero es que, además, ayer decidieron revisar el volumen que deberá asumir el sector privado en un segundo rescate internacional para Grecia, lo que podría debilitar el programa de ayuda y precipitar la amenaza de una moratoria griega. También acordaron que Grecia puede aguardar hasta mediados de noviembre para recibir el próximo tramo de su programa de ayuda existente, aumentando la presión sobre Atenas para que asuma nuevas medidas de ahorro.
Y así las cosas, la reunión del 13 de octubre próximo, en la que el Eurogrupo debía de liberar definitivamente los 8.000 millones para Grecia ha sido cancelada. Jean-Claude Juncker, el presidente del Eurogrupo (formado por los ministros de Finanzas de la zona euro), explicó en una comparecencia posterior que el papel del sector privado en el segundo paquete planeado para Grecia está sdiendo sometido a reevaluación. Esta participación era una pieza central del acuerdo alcanzado el 21 de julio para rescatar a Atenas. Aquel pacto contemplaba que los acreedores privados realizasen un descuento del 21% sobre su paquete de deuda griega. Ahora que el crecimiento económico y la situación de déficit de Atenas ha empeorado, esos términos necesitan ser revisados.
"En lo que respecta a la participación del sector privado, debemos tomar en cuenta el hecho de que experimentamos cambios desde las decisiones que tomamos el 21 de julio, por lo que estamos considerando revisiones técnicas", dijo Juncker a la prensa, aunque sin ofrecer detalles. También explicó que el Banco Central Europeo no es la principal vía explorada para incrementar el poder de fuego de la la Facilidad Europea de Estabilidad Financiera (EFSF, por sus siglas en inglés).
Debilidad
Este reconocimiento debilitará con toda probabilidad la confianza de que el fondo de rescate podra ser aumentado lo suficiente para calmar a los mercados financieros. Y es que el Eurogrupo se mostró ayer -una vez más- incapaz de llegar a acuerdos concretos tras casi siete horas de reunión, algo que los mercados suelen recibir con desagrado.