"Salans busca integrar a corto plazo un equipo de profesionales"
La historia de este despacho francés, que aúna a dos pequeños españoles, ha ido pareja a la crisis. Llegó a Madrid y Barcelona en 2007 y tan solo cuatro años después ya anuncia la búsqueda de fichajes
Salans España podría anunciar en breve una próxima adquisición. "Más que los números nos importa cubrir todas las áreas", explica José María Buxeda, socio director de la firma, por eso no sería descartable comenzar el año con una nueva estructura de profesionales. Actualmente, Salans tiene en España 5 socios y 25 abogados. En el mundo, por el contrario, el despacho dispone de una red "multicultural" de 22 oficinas y cuenta con 180 socios.
Salans llegó a España en el inicio de la crisis. ¿Cómo ha sido esta experiencia?
El primer ejercicio completo de Salans España fue en 2008. Por nuestra corta historia, no puedo hacer comparativas de años de apogeo y periodo de crisis. Pero en un momento como el actual pueden ocurrir dos cosas: que no ocurra nada en el mercado o que haya movimiento. En esta crisis ocurre lo segundo, se ve mucha litigación, transacciones, regulaciones de empleo, insolvencias. Son transacciones de precios de derribos si se quiere, pero el comprador necesita un asesor y el vendedor, otro. En ningún momento ha ocurrido que se diga "aquí no pasa absolutamente nada".
Y ese movimiento ha generado actividad para la abogacía, ¿no?
Hemos pasado de ser cinco socios a tener ahora más de una veintena de profesionales. Hemos crecido mucho en abogados, pero también en departamentos anexos a la abogacía, que para mí tienen una importancia radical en la gestión, como el marketing, documentación, etcétera.
Sin embargo, el número de socios se ha contenido. ¿Cómo han evolucionado los ingresos?
Sí, seguimos siendo cinco socios. Alejandro Alonso, Javier Lasa, Lourdes Pérez-Luque, Juan Ignacio Alonso y yo mismo. El tema de la facturación en Salans España es complejo porque se comparte mucho negocio con la matriz, pero hemos crecido entre el 5% y 6%. El despacho español representa un porcentaje similar al número de socios de Salans, entre un 2% o 3% del global.
¿Cómo se afronta entonces 2012?
Los socios todavía no nos hemos reunido. Pero si somos alrededor de 25 profesionales, no me extrañaría acabar 2012 con 40 empleados. La dimensión de recursos humanos de un despacho tiene que ir muy acorde con el trabajo que se está haciendo.
¿Apostarían más por fichajes individuales o integraciones de equipos?
Nos gusta poder analizar equipos de gente, que tengan una sintonía personal, que les guste la filosofía de calidad internacional de Salans. En ese sentido, estamos mirando equipos de profesionales, pero también otras muchísimas cosas. ¿Con qué objetivo? Tienen que aportar un conocimiento en áreas donde nosotros no estemos. Que esto sea un individuo o un equipo va a depender de la situación. Me parece más razonable que sean individuos que vengan ya con su equipo, pero no se descarta nada. Estamos reclutando abogados júnior, también de asociados sénior con seis o siete años de experiencia. Y no descartamos ahora, en absoluto, integrar a un socio con 10, 15 o 20 años de experiencia y que tenga un equipo de profesionales formado.
Entonces, una posible operación de adquisición tampoco se rechaza...
En absoluto, pero quizá sea más difícil de conseguir. Queremos ser extremadamente cautos e incluso, conservadores. En el fondo nuestra profesión es un ejercicio de personas.
Dígame algo más. ¿Sería un objetivo a corto plazo?
Cortísimo. Como tenemos un equipo que casi se gestiona solo, casi el 80% de mi tiempo lo empleo en conocer gente, equipos, analizarlos. Y digo que nuestra tendencia es clarísima al crecimiento.
¿Qué áreas necesitan reforzar?
Vamos a ver dónde queremos crecer, aunque adelanto que todo lo que es derecho de la competencia nos interesa, litigación también, y fusiones y adquisiciones. Además de asesoramiento a fondos de inversión e inmobiliario.
"La fusión de pequeñas firmas en la red fue fácil"
Crecer a pasos agigantados y de forma rápida. Ese parece ser el lema de este despacho de origen galoamericano que, en plena caída del Muro de Berlín, comenzó su expansión internacional y que ahora emprende una labor, si cabe, más complicada: adquirir dimensión.Nacido hace 35 años a iniciativa de tres abogados emprendedores americanos, afincados en París y especialistas en derecho empresarial, "el despacho se forjó con carácter multicultural, y por eso resulta tan difícil identificar una sede concreta", dice José María Buxeda.Actualmente, Salans cuenta con 22 despachos, algunos de los cuales tienen doble sede en un mismo país, "como en España, donde tenemos Barcelona y Madrid; en Alemania, con Fráncfort y Berlín: en Rusia, con Moscú y San Petersburgo, y en China, con Shanghái y Pekín", enumera Buxeda.La oficina de Salans en España no se creó de la nada, sino que fue el resultado de la fusión de dos pequeños bufetes, el despacho Masons, Buxeda, Menchén y la firma Alonso, Armand, Boedels y Asociados, que luego se integraron en Salans. "Aparentemente era algo complicado, dos pequeños bufetes que se fusionan en un tercero, pero con una perspectiva temporal puede decirse que fue algo fácil", cuenta el socio director de Salans. Ahora forman parte de una misma compañía con 180 socios, que lleva a gala ser solo un despacho y cuyos profesionales trabajan codo con codo con responsabilidad de Salans."No es una alianza. Si un cliente tiene un problema con Salans España, responde el despacho", asegura Buxeda.