Francia suprimirá 30.000 empleos públicos y creará un impuesto temporal para las rentas altas
Suprimirá 30.400 puestos de funcionarios, 14.000 en la educación, al no sustituir parte de las plazas vacantes por jubilaciones. El gasto de la administración del Estado se reducirá en 1.000 millones de euros.
Francia reducirá su déficit público al 4,5 % del PIB el año próximo, frente al 5,7 % previsto en 2011, según el proyecto de presupuestos presentado hoy por el Gobierno, que augura todavía en 2012 un repunte de la deuda antes de que se invierta la tendencia en el ejercicio siguiente. Para conseguirlo, uno de los puntos claves es la supresión de 30.400 puestos de funcionarios (14.000 en la educación, motivo ayer de una huelga), esencialmente por la no sustitución de una parte de los que se jubilen, de acuerdo con el comunicado del Ejecutivo emitido al término del Consejo de Ministros.
El gasto de la administración del Estado -excluyendo el servicio de la deuda y las pensiones- se reducirá en 1.000 millones de euros que deberán precisarse durante la tramitación parlamentaria del proyecto de ley de presupuestos en las próximas semanas, y será la primera vez que ocurra desde 1945. El texto del Gobierno impone una congelación de los fondos de las administraciones locales y regionales y espera incrementar los ingresos en un 7,5 % hasta 273.100 millones de euros.
De ese incremento, 5,4 puntos corresponderán a un efecto mecánico de la progresión de la recaudación por el crecimiento económico y los 2,1 restantes a nuevas medidas fiscales. Entre éstas, la que más protagonismo ha cobrado en las últimas semanas es el impuesto para los ricos del 3 % de sus ingresos. La ministra del Presupuesto, Valérie Pécresse, indicó que siguen abiertos a que en el debate parlamentario se decida a partir de qué cifra de ingresos se aplicará esa nueva tasa: si es con 500.000 euros anuales habrá 5.000 contribuyentes, mientras que con 250.000 euros serán 20.000.
Otras medidas son la supresión de exenciones fiscales, entre otras para la inversión en viviendas de alquiler, y un impuesto excepcional para 2012 que gravará a las grandes empresas industriales sometidas a la atribución de cuotas de emisiones de dióxido de carbono con un tipo entre el 0,08 % y el 0,12 % que aportará unos 200 millones de euros. La deuda pública alcanzará un pico del 87,4 % del Producto Interior Bruto (PIB) en 2012, de acuerdo con el presupuesto del Consejo de Ministros, y en 2013 está previsto que sólo baje al 87,3 %. Todo eso basado en una hipótesis de crecimiento el año próximo del 1,75 %, la misma que en 2011 e inferior al 2 % previsto hasta hace unas pocas semanas.
El Ejecutivo replicó a quienes consideran demasiado optimista esa previsión señalando que ha optado por la "prudencia, en un contexto coyuntural menos favorable que antes del verano" porque "no hay que reaccionar en exceso a las evoluciones de los mercados". "Francia sufre en efecto el contragolpe de la ralentización del crecimiento mundial, las incertidumbres que pesan sobre algunos países de la zona euro, así como de las turbulencias que afectan a los mercados financieros desde agosto", admitió. Pero puntualizó que la demanda interna "siguió siendo robusta durante el verano, así como las cifras de la producción industrial", que progresó un 1,5 % en julio.
El Instituto Nacional de Estadística (INSEE) confirmó hoy que el PIB francés se estancó entre abril y junio, y que si esa situación persiste en el segundo semestre el crecimiento en el conjunto de 2011 será del 1,5 %.