Las Bolsas cotizan recesión
Nadie sabe como escapar. Los operadores lejos de encontrar un final empiezan a descontar el regreso a la casilla de salida: la recesión. Esta situación ha vuelto a provocar un terremoto bursátil con el Ibex cayendo un 4,62%, en línea con el resto de Europa.
El ruido de las alarmas ha dejado de sentirse extraño. El estridente sonido de aviso ante situaciones extremas es algo constante en los oídos de operadores, economistas, políticos o analistas. El abismo ya no es la excepción, si no la regla general. Cualquier noticia, discurso, anuncio o medida puede ser causa de desplome. En este caso el origen llega de EE UU. El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, anunció ayer nuevas medidas de estímulo, algo teóricamente positivo, pero abrió la caja de los truenos con el comunicado posterior. El pesimismo ante un "lento" crecimiento económico ha sido traducido por los mercados. Recesión. Estas ocho letras empiezan a descontarse a un ritmo desenfrenado y el Ibex, en línea con el resto de Europa, ha cedido un 4,62% hasta los 7.830 puntos.
Como consecuencia de esta situación, los parqués del Viejo Continente siguen agarrados con todas sus fuerzas a una tendencia bajista que nadie se atreve a abandonar. El Dax germano ha liderado las pérdidas al ceder un 4,9%, un porcentaje que el 4,78% del Cac galo ha seguido de cerca aunque con el Footsie londinense pisándole los talones con un 4,52%. El máximo exponente de esta situación es el Eurostoxx 50, selectivo de los valores más relevantes de Europa, que ha perdido un 4,53%. Una debacle que ayer ya anticipó el Dow Jones al cerrar en -2,5% y al que hoy da continuidad con un rojo cada vez más intenso.
Si se ahonda un poco en las tripas de este terremoto bursátil se puede apreciar que en las últimas sesiones los ya muy castigados valores bancarios empiezan a dejar su posición a las compañías industriales. El temor a una recesión se deja ver en el comportamiento de los operadores que castigan con fuerza a empresas como Arcelor, Saint Gobain o Volkswagen en previsión de que durante 2012 los pedidos caigan en picado. El temor al decrecimiento recrudece el castigo más allá del sector financiero.
En esta línea de preludio del fin del mundo, los analistas pronostican la llegada de nuevos mínimos anuales. "Lo más lógico es que volvamos a perforar el suelo de 7.600 puntos que tocamos hace unas semanas", explica Natalia Aguirre de Renta 4. Este punto es común en la opinión de todos los analistas consultados. La cuestión es saber cómo puede modificarse esta inercia. "Solo la posibilidad de que mejore el laberinto griego puede empujar a las Bolsas. Sería necesario liberar el sexto tramo de ayuda y aprobar de forma definitiva la ampliación del Fondo de Estabilidad Financiera (EFSF en sus siglas en inglés)", responde Daniel Pingarrón de IG Markets.
A pesar de que parece que la clave está en Atenas, no parece que la solución definitiva vaya a llegar rápido. El Gobierno heleno comunicó ayer medidas adicionales para cumplir con los objetivos de déficit pactados con la troika (BCE, CE y FMI) para las ayudas. El Ejecutivo se propone recortar un 20% las pensiones y prejubilar a 30.000 funcionarios. Un parche que de momento solo servirá para conseguir la vuelta de la troika y entregar los 8.000 millones de euros relativos al mes de octubre. "Esto sirve para evitar la quiebra inmediata pero no pone soluciones definitivas", concluye Aguirre.
En el mercado de deuda también se dejan sentir las tensiones. La prima de riesgo italiana ha llegado a superar los 410 puntos básico, marcando un nuevo record, para relajarse al cierre y terminar en 398. En el caso de España, el diferencial ha llegado a ensancharse hasta los 375 aunque finalmente ha terminado en 361 enteros, nivel inferior al de ayer. Esta reducción se consigue a pesar del histórico record que marca el bund alemán al que se le exige un magro 1,6%. Mientras tanto, el bono nacional paga un 5,29%.
El euro, por su parte, sigue a la baja en el mercado de divisas de Fráncfort y se cambia a 1,345 dólares, frente a los 1,3688 de la jornada de ayer. Con esto se cosecha un nuevo mínimo, tocando el suelo que se alcanzó en enero de este mismo año.