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Intensifica la presión política para que la CNE y la CNMV estudien el pacto con Pemex

Repsol busca que los reguladores intervengan para frenar a Sacyr

La cúpula de Repsol sigue estudiando cualquier mecanismo que le permita frenar el golpe de mano de Sacyr y Pemex en su accionariado. Sobre la mesa están las opciones de involucrar a la CNE, desmarcada de este proceso, y que la CNMV entre a valorar el pacto de accionistas.

Los responsables de Repsol llevan una semana trabajando en todos los frentes posibles en los que poder dar la batalla a Sacyr y Pemex. El mismo tiempo que ha pasado desde que la constructora y el grupo mexicano hicieran público un pacto para sindicar sus participaciones, hasta controlar el 29,8% de la compañía, e intentar dar un giro en el esquema de poder de la petrolera española.

En Repsol no adelantan cuál será la estrategia defensiva a seguir. Sin embargo, fuentes conocedoras de las discusiones internas en la petrolera explican que, dentro de las posibilidades de tipo político, jurídico o administrativo que se analizan, uno de los movimientos que tiene más fuerza es el de involucrar en el proceso: tanto a la Comisión Nacional de la Energía (CNE) como a la CNMV.

Casi desde un primer momento, la CNE ha querido desvincularse del asunto, alegando que el acuerdo entre Sacyr y Pemex no entra dentro de las operaciones que debe autorizar.

"Repsol también intenta llevar a su terreno a PSOE y PP"

Sin embargo, las fuentes consultadas argumentan que el regulador debería analizar el acuerdo según lo previsto en la función 14 del organismo. La misma que tuvo que ser modificada en marzo por el Gobierno, tras el tirón de orejas recibido desde Bruselas por la utilización que se hizo de ella para desactivar la opa de Eon sobre Endesa.

Para impulsar un giro de 180 grados en el proceso e involucrar de nuevo al organismo que preside Alberto Lafuente, la cúpula directiva de Repsol estaría intentando llevarse a su terreno a los dos grandes partidos políticos: PSOE y PP. Fuentes conocedoras de los contactos señalan que ni el círculo de Pérez Rubalcaba ni el de Rajoy comulgan con la rápida alineación de Industria ni con la posición de la CNE de abstenerse de analizar el nuevo bloque de poder en Repsol.

Pese a su modificación, el artículo 3 de la función 14 todavía prevé que la CNE tenga que dar el visto bueno a cualquier participación que conceda a una empresa no comunitaria "una influencia significativa" sobre una compañía energética clave para España. Esta "influencia significativa" puede derivarse de una participación directa o, como es el caso de Pemex tras su pacto con Sacyr, como consecuencia "de un acuerdo de ejercicio conjunto de derechos de voto" cerrado con un tercero, recuerdan desde el entorno de la petrolera. Ello situaría a Repsol, insisten esas fuentes, dentro de las empresas energéticas que gozan de esta protección especial por parte de la CNE por su participación en Gas Natural Fenosa, en la que controla un tercio del capital.

En el caso de la CNMV, los responsables de Repsol estudian varios puntos que podrían obligar a que el regulador bursátil tuviera que estudiar el pacto de Sacyr y Pemex. Por un lado, están los movimientos de Pemex en el mercado para comprar un 5% adicional de la petrolera española. Otro de los puntos que se analiza en el equipo de la empresa que preside Antonio Brufau es si el acuerdo entre los dos socios puede constituir fraude de ley, al entender que su objetivo final es controlar en la práctica la gestión de Repsol pero evitando tener que lanzar una opa.

Por otro lado, ayer el ex presidente del Gobierno Felipe González aseguró que no le gusta el acuerdo entre Pemex y Sacyr para sindicar los derechos de voto de ambos en Repsol ya que entiende que la españolidad de la petrolera "no está garantizada".

Quien también quiso dejar clara su posición fue el Gobierno argentino que recordó que posee una "acción de oro" con capacidad de veto en la petrolera YPF, filial argentina de Repsol. Por eso, las autoridades del país reclamaron el sábado información sobre si el cambio accionarial en Repsol generará algún tipo de impacto o variación en los planes de inversión, la producción o algún otro tipo de modificación en YPF.

El papel clave del consejero Artur Carulla

Los ocho vocales independientes que se sientan en el consejo de Repsol van a ser claves para decantar la batalla por el poder en la petrolera. Sin el respaldo de varios de ellos, Sacyr y Pemex no van a poder materializar uno de sus objetivos: nombrar un consejero delegado que asuma las funciones ejecutivas que ahora ejerce Antonio Brufau.En esta pugna, uno de los independientes con un papel destacado es Artur Carulla, presidente de Agrolimen, miembro del consejo regional de Telefónica en Cataluña y de los consejos asesores de Exea Empresarial y de Roca Junyent.Y es que, desde la pasada junta de accionistas Carulla es el vocal encargado de coordinar a todos los consejeros independientes. Además, es el presidente de la comisión de nombramientos, que debe avalar con un informe previo a un posible consejero delegado.

Cuestión de confianza

De aquí al 28 de septiembre, fecha en la que se celebra el consejo de Repsol, queda mucho partido por jugar. Sin embargo, se puede decir ya que Antonio Brufau no está por la labor de volver a someterse a una cuestión de confianza, como sí hizo en enero de 2010.

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