Un líder común al rescate de Japón
Poco carismático y hombre de pocas palabras, asume el reto de la recuperación económica y la reconstrucción de Japón tras el tsunami del pasado mes de marzo
A los japoneses parece gustarles su nuevo primer ministro, el sexto en los últimos cinco años. Llevan tiempo esperando un líder carismático, pero Yoshihiko Noda, al frente del Gobierno desde el pasado martes, tampoco lo es. Ni destaca por su físico ni tiene grandes recursos financieros, como otros políticos. Sin embargo, el estadista, que se define como un hombre común, se está ganando a una sociedad castigada por la recesión y los desastres naturales del pasado mes de marzo.
Noda no es elegante, no se deja más de 1.000 yenes -unos 10 euros- en la peluquería y se expresa con refranes y aforismos que llegan al pueblo. El pasado lunes, cuando el gobernante Partido Democrático de Japón (PDJ) le designó sucesor de Naoto Kan, aseguraba: "Una locha un pequeño pez no debe tratar de imitar a una carpa". La frase está sacada del libro Okagesan del poeta Mitsuo Aida. Después de oírsela a Noda, los japoneses se han lanzado a las librerías en busca de un ejemplar. Las peticiones han llevado a la editorial a publicar otros 5.000 ejemplares de la obra. Noda, ministro de Finanzas desde junio de 2010, no era el candidato más mediático, pero sus compatriotas empiezan a considerarle uno de los suyos.
Eran cinco los contendientes en la sucesión de Naoto Kan, quien anunció su dimisión a finales de agosto, después de 449 días en el cargo que le han convertido en el primer ministro con más tiempo en el poder desde 2006. La opinión pública le ha castigado por la gestión del terremoto y el tsunami y la fuga radiactiva en la central de Fukushima.
El nuevo primer ministro es un dirigente hecho a sí mismo, sin el linaje de los pesos pesados de la política japonesa
En Noda, de 54 años, estaban puestas las esperanzas de un cambio generacional en la política japonesa. El pasado viernes presentó el Gabinete que deberá reconstruir el país. El primer ministro ha confiado dos ministerios clave a dos hombres por debajo de los 50: Jun Azumi, de 49 años, llevará la cartera de Finanzas; Koichira Gemba, de 47, la de Exteriores.
La lista de problemas a las que se enfrenta el nuevo Gobierno es extensa. La crisis de Fukushima es uno de los asuntos clave. Noda se ha propuesto aclarar el futuro nuclear de Japón. En lo económico, el reto es solventar la tendencia deflacionista que ha sufrido el país en los últimos años y la reciente apreciación del yen, que perjudica a las exportaciones japonesas. La pregunta del millón es si el líder se mantendrá en el cargo el tiempo suficiente para hacer frente a los restos o seguirá el mismo camino de sus predecesores.
Yoshihiko Noda está considerado el sucesor natural de Naoto Kan. Ambos comparten la necesidad de acometer reformas fiscales y reducir la deuda. De hecho, Noda era, de todos los candidatos, el mayor defensor de una subida de impuestos para reducir el déficit público. Como Kan, es un dirigente hecho a sí mismo, sin el linaje de los pesos pesados de la política nipona. Juntos han presentado batalla al principal barón del partido, Ichiro Ozawa. Cuando Ozawa ingresó en el Partido Democrático, Noda lo comparó al de una cantante folclórica en el grupo pop de jovencitas más famoso del país (AKB48). Es una de las cosas de Noda que agrada a los japoneses: sabe reírse de sí mismo y de los otros políticos.
Noda nació en la ciudad de Funabashi, en la prefectura de Chiba, está casado y tiene dos hijos. Estudió en la prestigiosa Escuela de Ciencias Políticas y Económicas de la Universidad de Waseda. Completó sus estudios de Administración y Gestión de Empresas en el Instituto Matsushita, una escuela privada creada por el fundador de Panasonic para formar líderes institucionales recurriendo al deporte y a la meditación. Allí se inició en política. A principios de los noventa se alistó en las filas del Nuevo Partido de Japón, del ex primer ministro Morihiro Hosokawa, y en 1993 fue elegido diputado por primera vez. Tres años después perdió la reelección por estrecho margen, pero volvió a ser elegido en el año 2000, ya en las filas del PDJ, al que se unió en 1998. En total, Noda ha sido diputado de la Dieta por cinco mandatos.
Hijo de un militar de la Unidad Terrestre de las Fuerzas de Autodefensa y nieto de agricultores, sus posiciones sobre el pasado de Japón se consideran conservadoras. Al cumplirse un nuevo aniversario del 15 de agosto de 1945, fecha en que Japón se rindió en la Segunda Guerra Mundial, Noda declaró que los japoneses condenados por crimen de guerra por un tribunal de los aliados no eran verdaderos criminales. Estos comentarios prometen desatar las críticas de los países que estuvieron bajo dominio imperial japonés, como Corea del Sur y China, cuyo crecimiento militar preocupa al primer ministro. Noda ha criticado las fuertes inversiones que está realizando Pekín en Defensa, por considerarlas una amenaza para los países de la zona.
En política internacional, defiende la alianza en seguridad entre Tokio y Washington. Barack Obama ha sido de los primeros en felicitarle por su elección como primer ministro. Los dos líderes han subrayado la perdurable naturaleza de la amistad entre los dos países y se han comprometido a trabajar estrechamente para revitalizar la economía global y promover un crecimiento fuerte, sostenible y equilibrado.
Un difícil reto para el que Noda ha llamado a la unidad nacional.