Brufau tendrá las espaldas bien cubiertas en caso de salir
El asalto final de Sacyr y Pemex a Repsol deja en el aire muchas incógnitas de cara al futuro, pero al menos el presidente de la petrolera, Antonio Brufau, tiene una certeza: en caso de salir, no lo hará con las manos vacías.
Repsol no da demasiada información sobre los blindajes de sus ejecutivos. De hecho, reconoce que no informa a la junta de accionistas de las cláusulas de garantía que tienen sus máximos directivos para cubrir sus posibles salidas de la firma. Pero al menos admite que las tiene y que benefician a once miembros de la alta dirección, incluidos consejeros ejecutivos, que podrán hacer uso de ellas en caso de despido o de "cambios de control", según consta en el informe de buen gobierno de 2010 de la petrolera.
En otras circunstancias, la posibilidad de un cambio de peso en la cúpula directiva de Repsol rondaría los últimos puestos en las preocupaciones de sus componentes, pero en estos momentos la situación ha cambiado. El golpe de mano que ha dado Sacyr al aliarse con Pemex para controlar Repsol modifica el punto de partida.
Es cierto que todavía es pronto para hablar de salidas y que nadie las ha puesto encima de la mesa. Es más, las reivindicaciones planteadas por Sacyr y Pemex hablan de la necesidad de que haya un consejero delegado, no de cambiar el presidente, por mucho que esa nueva figura le vaya a restar bastantes poderes. Pero las tensiones entre el presidente de Sacyr, Luis del Rivero, y su homólogo en Repsol no son un secreto para nadie.
Si finalmente se produce la salida, Brufau no se quedará desatendido. Según las condiciones fijadas en varios documentos oficiales de Repsol, tanto el despido como un cambio en el control de la compañía (que habría que justificar, ya que no estaría tan claro) permitirían a los once ejecutivos con blindaje cobrar sus primas.
Y ésta, en el caso del presidente, supone "tres anualidades de retribución monetaria total", según la memoria de la compañía. El informe anual de Repsol no va más allá y no detalla qué se considera retribución monetaria total, pero el año pasado Brufau cobró por todos los conceptos (sueldo fijo, variable, pensiones...) 7,4 millones de euros, una cantidad superior, aunque muy parecida a la del año precedente. Si esta cifra sirviera de referencia, el ejecutivo conseguiría cerca de 22 millones con su salida.