Merkel y Sarkozy eludirán debatir sobre los eurobonos
La canciller alemana, Angela Merkel, no tiene intención de discutir hoy martes en París con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, sobre la iniciativa para la creación de eurobonos como medida para afrontar la crisis presupuestaria y financiera de varios países de la eurozona.
"Los eurobonos no han sido objeto de discusión en meses pasados ni lo serán en el encuentro con Sarkozy", afirmó ayer Steffen Seibert, portavoz oficial de la canciller federal, quien se reafirmó en el rechazo de su Gobierno a esa propuesta.
"No los consideramos la vía correcta", dijo el portavoz oficial de Merkel, quien comentó que los eurobonos no jugarán papel alguno en las conversaciones para tratar sobre las medidas destinadas a estabilizar la zona del euro.
En el encuentro de Merkel y Sarkozy se tratará de mejorar los métodos de trabajo, la gestión de la crisis en la eurozona y de aplicar los acuerdos adoptados en la cumbre extraordinaria de los países miembros de la Unión Monetaria del pasado 21 de julio, explicó Seibert.
Añadió que la actual crisis de la zona euro solo puede resolverse mediante la "consolidación consecuente de las reformas" que llevan a cabo los Estados en crisis para que finalmente se acerquen los tipos de interés de la deuda pública de los distintos países. Y es que Alemania insiste en que el apoyo a los países no puede ser "ilimitado". Otras fuentes insisten en que otro de los asuntos que podría abordarse en la esperada reunión es la posibilidad de crear un Fondo Monetario Europeo. Por su parte, la vicepresidenta económica española, Elena Salgado, aseguró ayer que confía en que de dicho encuentro surja un "compromiso contundente" para acelerar los procesos de gobernanza económica europea que permitan monitorizar más de cerca las situaciones de desequilibrio macroeconómico de la Unión Europea (UE).
En una entrevista a Europa Press, Salgado manifestó su esperanza en que en dicha cumbre se disipen las reservas que aún mantienen algunos países y que bloquean la aprobación de los instrumentos que mejorarán la gobernanza económica europea, de modo que puedan estar en vigor ya el próximo mes de septiembre.
En este sentido, afirmó que por parte de España "no hay ya ninguna reserva y se podría aprobar sin más el texto acordado y propuesto por el Parlamento europeo".