El Banco Central de Suiza lleva varias semana preocupado por la fortaleza de su moneda, que se ha convertido en un valor refugio ante la crisis de deuda en Europa y que ha crecido alrededor de un 24% en los últimos seis meses. El miércoles, el SNB inyectó liquidez en el sistema. Y ayer, el vicepresidente del Banco Nacional Suizo, Thomas Jordan, no descartó ayer fijar temporalmente el franco al euro, como una de las medidas previstas para aliviar la situación.
El franco suizo volvió a avanzar un 1,5% durante la jornada de hoy, y ya cotiza a 1,076 por cada euro.
La crisis está obligando a los banqueros centrales a apresurarse a proteger sus economías de un endurecimiento fiscal y oscilaciones monetarias unilaterales que amenazan con una nueva recesión global. La Reserva Federal de los Estados Unidos se comprometió a mantener las tasas de interés en un nivel cercano a cero hasta por lo menos mediados de 2013, el Banco Central Europeo intervino en los mercados de bonos y el Banco de Inglaterra indicó que está dispuesto a incorporar más estímulo en caso de ser necesario. Japón dio nuevas muestras de preocupación respecto del yen y Suiza redobló ayer los esfuerzos por contener un franco "sobrevaluado".
El gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, dijo ayer a la prensa en Londres que los vientos en contra que enfrenta la economía del país se intensifican "día a día" y que los funcionarios pueden expandir el estímulo si hay un mayor deterioro de las perspectivas de crecimiento.