La desaceleración recortará el consumo de crudo en el mundo
La Agencia Internacional de la Energía advierte de una caída de la demanda si el PIB mundial no crece al 3%.
El petróleo es uno de los indicadores más fiables de la evolución del ciclo económico. Un crecimiento robusto produce incrementos casi inmediatos de precios y una desaceleración se traduce en bruscos descensos de la cotización. Así se puede comprobar si se analiza el precio registrado por el barril de Brent, de referencia en Europa, durante el año 2008. La especulación y la falta de oferta llevó al barril a máximos históricos (147 dólares) en junio y en tan solo seis meses el precio se desplomó hasta los 46 dólares en paralelo al recrudecimiento de la crisis económica.
Ese mismo esquema se podría repetir este año. La crisis en los países árabes provocó un fuerte repunte del precio del crudo desde principios de año hasta llegar a los 125 dólares a finales de abril, lo que supuso un encarecimiento del 30% en los cuatro primeros meses. A partir de esa fecha, la cotización se estabilizó hasta que la crisis de la deuda en Europa y la debilidad económica en EE UU han desatado el temor a una recesión económica. Desde el pasado 3 de agosto, el precio del barril de Brent, de referencia en Europa, ha bajado de 116 a 102 dólares. Pero esa situación cambió a primera hora de la mañana de ayer, en la que el Brent se anotó una subida de cinco dólares y terminó la sesión en 106,7. El anuncio de la Reserva Federal de que mantendrá los tipos al 0% en los dos próximos años y la compra de deuda pública de Italia y España por parte del BCE pudieron estar detrás de ese repunte.
Sin embargo, la OPEP, en la que están encuadrados los mayores productores de petróleo, y la Agencia Internacional de la Energía, creen que el rebote de ayer es un espejismo y que la desaceleración mundial es un hecho. Ambos rebajaron su previsión de consumo mundial basándose en dos hipótesis: que el estancamiento económico se prolongará en el tiempo y que los precios del barril se mantendrán por encima de los 100 dólares, lo que penalizará el consumo. De hecho, la OPEP ha rebajado hasta los 88,1 millones de barriles la demanda diaria prevista para este año (30.000 menos al día que en la anterior previsión) y hasta los 89,44 para 2012 (600.000 menos al día). La Agencia Internacional de Energía también recortó sus previsiones e incluso fue más allá al pronosticar que si el avance del PIB mundial no se elevaba por encima del 3% a finales de este año, el consumo no crecerá en 1,6 millones de barriles diarios en 2012, tal y como habían pronosticado, si no que tan solo lo hará en 600.000 barriles.