La reducción del déficit de EE UU reaviva el enfrentamiento entre demócratas y republicanos
La designación de los 6 representantes republicanos en el "súper comité" encargado de reducir el déficit y los 3 demócratas anunciados por el momento augura una reedición de la confrontación política que llevó recientemente a EEUU al borde de la suspensión de pagos.
Al frente del denominado "súper comité" bipartidista figuran dos congresistas con experiencia: Jeb Hensarling, presidente de la Conferencia Republicana de la Cámara de Representantes, y Patty Murray, presidenta del Comité de Campaña Demócrata en el Senado.
El comité de 12 miembros, de los que aún restan el trío a designar por la líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, deberá aprobar antes del 23 de noviembre una propuesta de reducción del gasto público de entre 1,2 y 1,5 billones de dólares en la próxima década.
El acuerdo logrado en el último minuto el pasado 2 de agosto entre el Congreso y la Casa Blanca obliga al "súper comité" a encontrar puntos en común, ya que de no aprobar un plan en esa fecha se activaría un mecanismo automático que aplicaría recortes tanto en defensa como en programas sociales, puntos clave para ambos bandos.
Si bien republicanos y demócratas están de acuerdo en la necesidad de "vivir según los medios" y reducir el abultado déficit del país, los republicanos han logrado eliminar de la mesa de negociaciones la subida de impuestos que consideran dañaría la recuperación económica y la creación empleo.
Los demócratas hicieron un llamamiento al compromiso, tal y como ha venido señalando la Casa Blanca, pero reconocieron la "dificultad" de la labor que tiene por delante y afirmaron que el verdadero peligro es la "inacción".
"No va a ser fácil. Nuestro desafío es encontrar un terreno común sin dañar los principios de ninguno de los dos bandos (...) Los estadounidenses quieren que el gobierno federal se sacrifique sin la agitación partidista de los últimos meses", dijeron los senadores John Kerry, Max Baucus y Patty Murray en una nota conjunta.
No obstante, los dardos no tardaron en aparecer y el presidente del Comité Nacional Republicano, Reince Priebus, indicó que el nombramiento de Murray es "una prueba de que los demócratas no son serios acerca de la reducción del déficit", ya que su prioridad es la "recaudación de fondos y la política".
Entre los republicanos figuran pesos pesados como Dave Camp, presidente del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara y Fred Upton, presidente del Comité de Comercio y Energía; y otros que estrenan escaño como el senador Rob Portman, pero que cuentan con amplia experiencia como director de la Oficina de Presupuestos del presidente George W. Bush.
Además, se incluye en la lista el senador Pat Toomey, miembro del ala más conservadora del partido, el Tea Party, que debutó este año en el Senado y que ya votó en contra del acuerdo de elevación del techo de la deuda.
Por parte demócrata, Kerry y Baucus, presidentes respectivamente del Comité de Asuntos Exteriores y del de Finanzas del Senado, también son figuras importantes dentro de su partido y defensores de los programas sociales, por lo que se espera un caldeado debate.
Reunión de Obama y Bernanke
El mismo día en que se comenzaban a conocer los nombres del "súper comité" el presidente Barack Obama se reunía en la Casa Blanca con el secretario del Tesoro de EEUU, Timothy Geithner, y el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke.
La complicada negociación para elevar el tope de deuda que se prolongó durante semanas evitó finalmente la declaración de mora de EEUU, pero no logró calmar las dudas acerca de la capacidad de Washington para poner su cuentas fiscales en orden.
El viernes, apenas cuatro días después de que se cerrase el acuerdo en dos fases que incluía la designación del "súper comité", la agencia de calificación de crédito Standard & Poors rebajó por primera vez en su historia la nota de la deuda de EEUU de AAA a AA+ por considerar insuficiente el plan de recortes.
Ante la incertidumbre generada en los mercados y tras un "lunes negro" en Wall Street, la Reserva Federal anunció ayer que dadas las perspectivas económicas "peores de las previstas" mantendría los tipos de interés por debajo del 0,25% hasta la mitad de 2013 en un intento de estimular la economía