Las fuentes del Tesoro británico señalaron que aunque la calificación asignada por Standard & Poor's al Reino Unido de AAA se ha mantenido, un cambio volvería a colocar al país en la "línea de fuego", y añadieron que las "turbulencias económicas" han demostrado la necesidad de continuar con las actuales políticas financieras.
El ministro de Empresa, Vince Cable, subrayó hoy a este canal la necesidad de que los bancos sean "totalmente seguros" y remarcó la importancia de que el país no caiga en la "complacencia".
El ministro recordó que cuando el Ejecutivo de coalición entre conservadores y liberaldemócratas llegó al poder, la calificación de la deuda británica tenía una perspectiva negativa, pero que "gracias a las decisiones adoptadas para afrontar la deuda y apoyar una recuperación sostenible, esa calificación se ha reafirmado".
Cable también reconoció que los países de la zona euro son socios comerciales de su país y que la crisis de la deuda podría afectar al Reino Unido "bien a través del comercio, o a través del sistema bancario y derivados". Sin embargo, consideró poco probable que las caídas sufridas por los mercados mundiales fueran a provocar otra crisis como la que estalló en el 2008.
Según este responsable, los bancos se encuentran ahora "en mejor posición que hace tres años, tienen mejor capital y han aprendido lecciones de la crisis anterior".