Quién pierde y quién se beneficia del efecto bola de nieve
¿Qué consecuencias tiene una prima de riesgo superior a los 400 puntos?
Tiene un impacto directo sobre la financiación del Estado, las empresas y entidades financieras y, en última instancia, sobre los particulares. Superar la barrera de los 400 puntos supone elevar el coste de la deuda soberana, lo que puede terminar convirtiéndose en una amenaza para el cumplimiento del objetivo del déficit del Estado. Además, tal coste de financiación cierra el acceso a los mercados de las empresas y pone en serios apuros la financiación de los bancos, clave para la concesión de créditos y el consiguiente impulso a la economía.
¿Qué sucede si la prima de riesgo alcanza los 450 puntos? ¿Está ahí la línea roja para España e Italia?
Los 450 pueden tener un efecto inmanejable. Diez días después de que la prima riesgo de Irlanda superara los 450 puntos básicos, la cámara de contrapartida LCH.Clearnet -en la que la banca española ha encontrado una valiosa alternativa de financiación- elevó las garantías para poder usar sus bonos como colateral al 15%. El 17 de noviembre, con la prima en 554 puntos básicos lo elevó al 30% y 25 días después ya estaban en el 45%, justo días antes de que solicitara el rescate. A día de hoy estas exigencias están en el 80%.
¿Por qué se ha encarecido la prima de riesgo a tanta velocidad?
El riesgo país español ha pasado de los 250 puntos al entorno de los 400 en apenas un mes. Este rally transcurrió en paralelo al agravamiento de la crisis griega, al quedar patente la imposibilidad del país para hacer frente a su deuda. Pero ha continuado con la misma virulencia una vez acordado el segundo plan de rescate heleno, que el mercado juzga insuficiente para actuar de cortafuegos ante los ataques contra la deuda española e italiana. Los acuerdos de la pasada cumbre extraordinaria en Bruselas dieron nuevas competencias a la Facilidad Europea de Estabilidad Financiera para acudir al rescate de los países en dificultades, pero la implementación de esas nuevas atribuciones lleva tiempo y requiere trámites farragosos, como la aprobación parlamentaria de los países de la zona euro.
¿Qué hay de especulación en el vertiginoso avance de la prima de riesgo?
Evidentemente, más allá de las debilidades que hacen dudar de que España sea capaz de reducir su déficit y de lograr el crecimiento económico suficiente para sostener el pago de su deuda -como una desbocada tasa de desempleo-, los inversores más especulativos han hecho apuestas de mercado capaces de multiplicar esa desconfianza. El juego de los mercados requiere una previsión de futuro y, en este caso, la apuesta es que la debilidad económica complicará el ajuste presupuestario de España e Italia. Y a partir de ahí se activan los mecanismos que alimentan la bola de nieve. "Los grandes fondos y los traders de las grandes firmas de inversión mueven en sus operaciones volúmenes tan fuertes que se llevan el mercado. Ellos marcan la tendencia", explica el responsable de una mesa de operaciones. Además, semejante presión resulta en que tales profecías acaben por cumplirse, aunque en país atacado en principio sea capaz de responder por su deuda.
¿Qué mecanismos de mercado influyen para que la prima de riesgo se acelere?
Más allá de una argumentación elaborada que ilustre sobre las debilidades y fortalezas de una economía, el mercado se mueve en definitiva por sentimientos primarios de pánico y euforia que además, se intensifican con el uso de la tecnología a gran escala y de los derivados y los seguros de riesgo de crédito (CDS). Así, las ventas se activan de manera automática en determinados niveles. "El 5,8% del bono español fue un nivel de ruptura muy fuerte, a partir del que se disparó la prima de riesgo", apunta Carlos Llorente, subdirector de Finanduero. Y el empleo de los controvertidos CDS es un elemento determinante para acelerar los acontecimientos en los mercados. Estos instrumentos, diseñados para proteger al inversor de las pérdidas en su cartera de deuda, han desarrollado una negociación propia con la que obtener plusvalías -al margen de los activos que cubren-, que retroalimenta a su vez el recelo sobre los títulos de deuda. Cuanto más sube el precio de un CDS, más desconfianza hacia el emisor del título de deuda que cubre. Y cuanto más se desconfía de un emisor, más caro se paga su CDS, alimentando por tanto la posibilidad de ganar dinero con su compra y venta.
¿Cómo se puede parar la especulación en la deuda?
Es necesaria una actuación política contundente que dé al mercado los argumentos con los que volver a confiar en la capacidad de crecimiento de las economías. Pero también un golpe sobre la mesa para frenar la especulación. El simple rumor de que el BCE estaba comprando deuda en el mercado bastó hace dos semanas para asustar a los inversores que apuestan por nuevas pérdidas en la deuda. A medida que redoblan su apuesta están asumiendo riesgos mayores. Y un error de cálculo puede dejar graves pérdidas.