Siete mil razones para izar la vela

A pesar de sus ventajas, disfrutar de las vacaciones a bordo de una embarcación sigue siendo una opción minoritaria en España.

Navegar mecido por las olas y con el viento como único agente propulsor es una vivencia muy distinta a la de nuestro día a día. Es relajada y al mismo tiempo proporciona muchas sensaciones nuevas. A bordo de una embarcación la experiencia comienza en la misma subida a bordo". Habla un creyente de la navegación, José Luis Fayos, director técnico de la Asociación Nacional de Empresas Náuticas (ANEN), que acaba de poner el pie en tierra después de hacer una pequeña excursión por el mar. Es uno de los fieles defensores de pasar las vacaciones en un barco y se dispone a ofrecer las razones.

"Desde el punto de vista del itinerario, ir de vacaciones en barco te permite acceder a lugares que por tierra no son accesibles. Desde el punto de vista del coste, disfrutar de las vacaciones en primera línea de playa puede resultar mucho más caro que pasar esos días en un barco", afirma Fayos.

En el mismo sentido se expresa el director general de la empresa de servicios náuticos Aproache, Joaquín Vázquez. "Creo que lo fundamental es que lo tienes todo en el mismo sitio: casa y diversión. A mí me encanta levantarme y tener la posibilidad de tirarme al agua. Desde la puerta de la casa (tu barco), puedes coger un kayak. Puedes cambiar de ubicación, de vistas o decorado cada vez que quieras", asegura.

La afición náutica en España ha evolucionado de forma positiva en los últimos años, según explican fuentes del sector, que consideran que cada vez hay más cultura de mar en España. Sin embargo, las matriculaciones de embarcaciones de recreo no han hecho más que caer desde el inicio de la crisis, en el año 2008. Ello se debe a que la náutica, como otros sectores, registró un espectacular boom durante la época de bonanza. En concreto, en el primer semestre del año las matriculaciones se han reducido un 4,7% respecto al mismo periodo del año anterior, hasta las 2.908. En el conjunto de 2010, el número de matriculaciones fue de 6.029.

La radiografía del mercado náutico español muestra que las embarcaciones más populares son las de menor envergadura, un 40% de los barcos tiene menos de 4,5 metros de eslora y un 87% menos de siete metros. Cada vez son más frecuentes las compras de barcos a motor en detrimento de los que utilizan la vela como fuerza motriz. España cuenta con 7.800 kilómetros de costa, 355 puertos deportivos y más de 125.000 amarres.

Sin embargo, Vázquez, de Aproache, subraya que la cultura náutica de los españoles dista mucho de otros europeos, como los alemanes, los franceses y los italianos. "Si nos comparamos con los italianos estamos a años luz. Todavía son un tipo de vacaciones muy minoritario. Hay mucha gente que piensa que es carísimo y hay que desmitificarlo", explica Vázquez. Explica que alquilar un velero con patrón en agosto puede costar cada semana unos 700 euros por persona en pensión completa, y que en junio o en septiembre el precio se reduce a 500 euros.

Otras fuentes aseguran que los medios de comunicación han contribuido a difundir una imagen de la navegación como deporte elitista, propio de las clases sociales más pudientes. Advierten de que en otros países la participación y la consecución de éxitos en competiciones deportivas de primer nivel como la Copa América o la Medcup han tenido un "efecto arrastre" y han provocado un aumento de la afición. Sin embargo, España cuenta con una larga tradición de regatistas de primer orden, como los Doreste o Theresa Zabell, pero esto no ha tenido por el momento un efecto significativo en la población.

Hasta la fecha, una de las razones a la que se atribuía la escasa popularidad de la navegación en un país con más de 7.000 kilómetros de costa y unas condiciones climatológicas privilegiadas para este deporte era el precio de los amarres. Los puertos deportivos españoles figuran entre los más caros del mundo.

Jordi Freixas, director del Salón Náutico de Barcelona, asegura que existen tensiones durante la temporada alta en las zonas donde se concentra la mayor parte de los barcos, pero señala también que la oferta de amarres ha ido creciendo de forma progresiva y que la reducción del número de matriculaciones en los dos últimos años ha eliminado parte de esta presión. Vázquez, por su parte, critica estas acusaciones y reflexiona que obviamente resulta caro atracar en el puerto de Ibiza en agosto. "Es el centro del universo", zanja.

Desde ANEN, Fayos asegura que uno de sus objetivos es fomentar la idea de que la navegación en mar abierto es segura. "Hay poca siniestralidad y los casos más representativos son los de personas que se quedan sin combustible", dice.

De todas formas, la navegación no es cosa de coser y cantar. Las asociaciones del sector insisten en que aprender a manejar un barco no consiste solo en obtener la licencia de patrón (un carné de conducir con diferentes niveles acordes con las dimensiones del barco y con las distancias que pueden cubrirse con ellos). Recomiendan que, una vez convertido en patrón, el novato salga a navegar con un marinero más experto durante cierto tiempo, hasta que se sienta seguro.

"Tienes que saber en qué medio te mueves, consultar la meteorología, conocer el régimen de viento de la zona, estar pendiente de la navegación, de las piscifactorías,...", asegura Fayos. "También hay que tener claro que ciertas cosas se aprenden solo con la práctica", opina el director general de Aproache.

Un tour por Grecia y Turquía

El Kaya Güneri V está a disposición de los clientes que quieran alquilar una goleta de lujo en Turquía.La embarcación tiene 39,5 metros de eslora.Fue botada en 2009 y se ha convertido una de las embarcaciones más sofisticadas que existen en Turquía.Algunos de los destinos de los que podrán disfrutar quienes alquilen el barco son las islas Cícladas, el Dodecaneso, Bodrum o el estrecho del Mármara.Dispone de seis camarotes, con capacidad para dos personas, y su tripulación se compone de seis personas.La goleta cuenta con material para practicar el esquí, snorkel, windsurf, kayak y otros juegos acuáticos.Una semana de alquiler de esta embarcación cuesta desde 23.000 a 41.000 dependiendo de la temporada del año.

Vacaciones en Baleares a precios ajustados

Si el Kaya Günleri (en la página anterior) es un barco de lujo para bolsillos privilegiados, el Zulu representa la evidencia de que es posible hacer unas vacaciones en barco sin que la cuenta bancaria se quede en números rojos.El Zulu, la segunda propuesta de Aproache para CincoDías, es un barco que puede alquilarse en verano para navegar en Baleares y en invierno para surcar las cristalinas aguas del Caribe.El precio de su alquiler es de 10.000 euros por semana. Cuenta con cinco camarotes dobles y su tripulación es de dos personas.Aproache lleva trabajando veinte años en el ámbito de las vacaciones en barco. Su responsable, Joaquín Vázquez, explica que desde el inicio ha combatido la idea de que las vacaciones en barco son elitistas y demasiado costosas. En temporada alta, y en especial en agosto, reconoce que los barcos tienen que reservarse con bastante antelación, debido a que la demanda es bastante elevada, pero en la actualidad esta compañía está comercializando barcos con patrón y tripulación en multitud de destinos del mar Mediterráneo, como Croacia, Grecia y Turquía. También en las aguas españolas, en las que el responsable de Aproache recomienda la navegación en septiembre para ajustar gastos.