El debate sobre el techo de gasto complica el futuro a Estados Unidos
Demócratas y republicanos se preparan para el duelo final en la negociación sobre el incremento del techo de deuda. La fecha límite para alcanzar un acuerdo -el 2 de agosto- está cada vez más cerca. De no haber un acuerdo, ya se sabe, el Estado se vería obligado a declarar la suspension de pagos. Anoche, el presidente Obama reiteró su oposición a un acuerdo para aumentar el endeudamiento de EEUU a "corto plazo" durante una reunión con los líderes demócratas del Congreso en la Casa Blanca.
El debate bipartidista en EE UU amenaza con llevarse por delante la economía estadounidense. El Tesoro necesita incrementar su límite de endeudamiento más allá de los 14,3 billones de dólares antes del 2 de agosto para poder hacer frente a sus compromisos. Pero para ello ha de pactar con los rivales de los demócratas en el Congreso. Y estos no están dispuestos a aceptar este incremento sin recortes en el capítulo de gastos. Y los dos partidos son incapaces de ponerse de acuerdo a este respecto.
Anoche, el presidente Obama reiteró su oposición a un acuerdo para aumentar el endeudamiento de EEUU a "corto plazo" durante la reunión que mantuvo con los líderes demócratas del Congreso en la Casa Blanca. Obama recibió al líder de la mayoría demócrata del Senado, Harry Reid y a la líder de la minoría demócrata en la Cámara de los Representantes, Nancy Pelosi. Hasta la fecha se han sucedido los planes desde ambas partes. Primero fue el plan Obama, después otro llamado corta, limita y equilibra, del Tea Party el viernes pasado fue el turno del plan Boehner, llamado así por el presidente de la Cámara de los Representantes, el republicano John Boehner, la solución a la que Obama se refería cuando rechazó planes "a corto plazo".
El plan Boehner recoge una expansión del techo de la deuda por 2,4 billones de dólares, lo que daría fondos suficientes al Gobierno para operar hasta después de las elecciones presidenciales. El principal motivo de desacuerdo es que la elevación se haría en dos fases: una inmediata , con un recorte de un billón de dólares en el gasto público en los próximos diez años, y un aumento de la deuda por el misma valor; y otra a principios del 2012, con otra elevación del tope de endeudamiento condicionada a la aprobación de nuevos recortes.
El secretario del Tesoro de EEUU, Timothy Geithner, confió ayer en el que el Congreso alcanzará un acuerdo sobre el aumento del techo de la deuda, y consideró "impensable" que su país llegue a una situación de suspensión de pagos.
Rebaja de calificaciones
La deuda estadounidense lleva una semana incrementando su prima. Su rentabilidad sufre un reopunte en el mercado de Londres después de que Mohamed A. El-Erian, de Pacific Investment Management Co. (Pimco) asefgurase que EE UU puede perder su calificación de AAA incluso si los legisladores llegan a un acuerdo.