Bankia y Banca Cívica se pierden el rebote
Los 347.000 accionistas de Bankia y los 60.000 de Banca Cívica están perdiéndose el rebote en Bolsa del sector financiero.
De momento, no están siendo un buen negocio. Bankia debutó el miércoles y ayer, Banca Cívica. Ninguna de las dos se despegan del precio de colocación en la Oferta Pública de Suscripción (OPS), pese a las fuertes subidas del sector financiero en las últimas tres sesiones, con subidas que llegan al 14%.
La ajustada demanda en ambas OPS pasa factura a su capacidad de subida a corto plazo. Los inversores sueltan papel ante el miedo de que a los coordinadores se les acabe la munición que tienen para estabilizar las cotizaciones, pese a que los analistas consideran mayoritariamente que a estos precios son atractivas de cara el medio plazo.
Hoy, JP Morgan vuelve a ejercer de protector de Bankia, contrarrestando las órdenes de venta y convirtiéndose en el mayor comprador neto de títulos. Credit Suisse y Morgan Stanley también están al quite en Banca Cívica, recogiendo papel. Las oscilaciones en Bolsa de Bankia y Banca Cívica son mínimas.
Una de las misiones de los bancos coordinadores es tratar de estabilizar la cotización, absorbiendo el flujo extraordinario de órdenes de venta (flow back) que suele producirse con posterioridad a una oferta pública. El objetivo, en última instancia, es apoyar la acción.
¿Cómo se realiza la estabilización?
Los coordinadores tienen la capacidad de ampliar una OPS o una Oferta Pública de Venta (OPV) a través de la opción de suscripción adicional o green shoe. Así, pueden vender a los inversores institucionales más acciones de las incluidas en la oferta inicial. ¿Cómo? La compañía que sale a Bolsa o sus accionistas les tienen que prestar esas acciones extra.
Pero ese préstamo ha de cerrarse, y aquí está el quid de la cuestión. Si hay presión bajista en las primeras sesiones, los coordinadores cerrarán ese préstamo comprando los títulos en mercado, con el objetivo de devolvérselos al emisor. Estas compras son las que contribuyen a estabilizar la acción.
Si no es necesario apoyar la cotización, en lugar de adquirir las acciones en la Bolsa, ejecutarán el green shoe, de forma que el emisor emitirá más acciones nuevas, en el caso de una OPS, e ingresará más dinero. En las OPV, los coordinadores cerrarían el préstamo comprando las acciones a los antiguos accionistas del emisor.
El límite del préstamo de valores -y por tanto de la munición para estabilizar las cotizaciones- es el importe del green shoe: 82,5 millones de acciones en el caso de Bankia y 26,7 millones en el de Banca Cívica.