Inditex, un relevo modélico
La junta de accionistas de Inditex celebrada ayer en Arteixo (La Coruña) marcó un hito en la ya amplia vida del gigante del mundo del textil. Su fundador, Amancio Ortega, dio un paso atrás y cedió la presidencia ejecutiva al hasta ahora vicepresidente y consejero delegado del grupo, Pablo Isla. Este relevo no significa ni mucho menos que Ortega se jubile. Seguirá en el consejo y mantendrá, en palabras del propio Isla, "una participación muy activa en la vida de la empresa". Es más, los conocedores del mundo Inditex descuentan encontrarse cada día al fundador y máximo accionista pululando por las mesas de diseño o mirando de reojo tal o cual corte. No cabe la menor duda de que Inditex es una historia de éxito, tal vez la más deslumbrante de las emprendidas en las últimas décadas en España. Y una de las claves de ese éxito descansa, al margen de la profesionalidad en todos y cada uno de sus estamentos, en la previsión y la naturalidad con la que se toman las decisiones. La transición de Ortega a Isla puede considerarse realmente modélica. El nuevo presidente de Inditex, sin duda uno de los ejecutivos más preparados del panorama empresarial español, no solo conoce a la perfección la maquinaria que le toca pilotar, sino que durante los últimos años la ha puesto a punto con su sello más personal.