El BCE apoya la recompra de deuda griega con fondos de la zona euro
El Banco Central Europeo apoyó ayer la recompra de bonos griegos con dinero público de la zona euro para aliviar el coste financiero de Atenas. La fórmula se estudiará en la cumbre que el Eurogrupo celebrará el próximo jueves en Bruselas con el objetivo de erradicar el riesgo de contagio de la crisis griega a otros países de la zona euro.
La recompra de bonos en el mercado secundario para aliviar el peso de la deuda de los países en dificultades podría pasar a formar parte del arsenal de la zona euro para mantener la estabilidad financiera.
Lorenzo Bini-Smaghi, miembro del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), calificó ayer como "útil" esa iniciativa en una entrevista con un diario griego. Bini-Smaghi añadió que la recompra "permitiría al sector privado vender sus bonos a valor de mercado, que en la actualidad es más bajo que el de emisión (...) y el sector público ahorraría dinero".
La propuesta fue vetada hace unos meses por Berlín, pero el ministro de Finanzas, Wolfgang Schaüble, acabó aceptándola en la reunión del Eurogrupo del pasado día 11 de julio.
Los primeros ministros de la Eurozona, que se reúnen de manera extraordinaria el próximo jueves, parecen dispuestos a aprobarla como parte de un plan de choque destinado no solo a zanjar de una vez el problema griego, sino a frenar también de manera definitiva el riesgo de contagio a otros miembros de la Unión.
La recompra de bonos se haría sin participación del BCE, a través de la Facilidad Europea de Estabilidad Financiera (FEEF), el fondo de rescate utilizado para Irlanda y Portugal.
Tras esos dos rescates, el FEEF cuenta todavía con casi 400.000 millones de euros para financiar la compra de deuda griega, que cotiza con un descuento de al menos el 50% sobre su valor nominal. La retirada de esos títulos permitiría a Atenas sustituirlos por otros con un plazo de amortización mucho más llevadero.
La recompra formaría parte de un segundo rescate valorado en más de 100.000 millones de euros, en el que también se espera contar con una participación privada de unos 30.000 millones (en forma de renovación de la exposición). La canciller alemana, Angela Merkel, hizo ayer un llamamiento a los bonistas para que colaboren en "poner en pie" a Grecia y "evitar así otras medidas", en lo que parece una advertencia sobre una posible suspensión de pagos.
Viabilidad
"Lo importante es hacer la deuda griega viable en el largo plazo", señaló el ministro heleno de Finanzas, Evangelos Venizelos, tras reunirse en Atenas con la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton. Clinton comparó el plan de ajuste exigido a Grecia por la UE y el FMI con la "quimioterapia" y advirtió que "los resultados pueden no verse a corto plazo".
El ministro griego de Exteriores, Stavros Lambrinids, aseguró que "muchos inversores han apostado a ambos lados del Atlántico por el colapso de Grecia y se han equivocado".
Eurobonos
El BCE arremetió ayer contra la creación de eurobonos para resolver la crisis de deuda. "Acabarían para siempre con los incentivos para llevar a cabo una política fiscal saludable", dijo Jens Weidmann, presidente del Bundesbank y miembro del Consejo del BCE.
"Europa no se puede permitir un desacuerdo"
El ministro de Fomento, José Blanco, dijo ayer que es imprescindible que salga un acuerdo de la reunión extraordinaria que mantendrá el Eurogrupo esta semana porque, de no hacerlo, todos los países sufrirán las consecuencias. "No podemos permitirnos el lujo de que no haya un acuerdo", afirmó en una entrevista en la Cadena SER. Además, advirtió que hasta que no haya un acuerdo sobre el problema de Grecia, "la prima de riesgo no bajará". Sobre la responsabilidad de Alemania en la resolución de este asunto, Blanco señaló que este país debe ser consciente de que si a un miembro de la zona del euro le va mal, "a ellos también les irá mal". Para Blanco, los ataques sobre la deuda soberana acabarán cuando haya una respuesta "fuerte", por parte de la UE, a la que instó a "estar más unida".Por su parte, el secretario de Estado para la UE, Diego López Garrido, defendió en RNE que el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera compre deuda griega para aliviar la presión de los mercados y lograr una "estabilidad definitiva" en la eurozona. "Es una opción interesante para darle más oxígeno a Grecia y que pueda cumplir con los objetivos establecidos".