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Los rumores de una intervención moderan la prima de riesgo tras rozar los 380 puntos

El BCE ataja el ataque contra la deuda y logra una tregua para Italia y España

La falta de acuerdo en la UE sobre la ejecución del plan de rescate griego desató ayer las alarmas en el mercado de deuda europeo. El temor a un contagio a Italia y España disparó las primas de riesgo a máximos y desplomó las Bolsas, en lo que hacia presagiar otra jornada de pánico como la del lunes. Una espiral de pánico que solo se frenó con los rumores de intervención del BCE. Al final todo se moderó: el spread cerró a 314 puntos, tras rozar los 380, y el Ibex bajó un 0,69%.

Nuevo ataque despiadado contra los mercados europeos periféricos, con Italia y España esta vez en el centro de la diana, que solo se vio atajado por los rumores de intervención del Banco Central Europeo (BCE) y el intento de las autoridades europeas de frenar este nuevo episodio de crisis con una cumbre extraordinaria para este mismo viernes. Eso fue a mediodía. Hasta entonces, la posibilidad de que Italia y España sean los siguientes en caer dentro de la zona del euro, tras Grecia, Irlanda y Portugal, se propagó como la pólvora. El pánico volvió a disparar las primas de riesgo, que miden la diferencia entre la deuda con el benchmark alemán, y hundió las Bolsas.

El spread español, que por la mañana repuntó hasta rozar los 380 puntos básicos -máximo desde diciembre de 1995-, se replegó de golpe casi 70 puntos, para cerrar en 314, 21 puntos por debajo del lunes. Por unos momentos, la rentabilidad del bono español a 10 años tocó la cota del 6,3%, la más alta en 15 años. En el resto de Europa, los diferenciales dibujaron el mismo camino de ida y vuelta: el italiano quedó en 286 puntos básicos (-15); el griego en 1.407 (-27) y el portugués en 970 (-101). El mercado, además, empieza a no discriminar ya que el spread de la deuda francesa y alemana también ha alcanzado los 71 puntos básicos, niveles no vistos desde la puesta en marcha de la moneda única.

"Los mercados se han cansado de ver cómo las autoridades europeas no acaban de solucionar sus problemas -el pasado lunes, el Eurogrupo no se puso de acuerdo sobre el segundo plan de rescate a Grecia, debido a la dura postura mantenida por Berlín-. Además existe la percepción de que otros, junto a Grecia, y hasta el propio euro, pueden llegar a caer si no se hace nada", explica Antonio Zamora, de Banco Sabadell. En opinión de José Luis Martínez, estratega de Citi, "los mercados son presas del pánico y desconcierto. Hemos llegado a un punto en que cualquier factor de debilidad desencadena una nueva crisis".

La tensión en los mercados de deuda tuvo su réplica en las Bolsas, que vivieron una jornada de infarto. El Ibex español marcó una brecha en la jornada entre el mínimo y el máximo de 411,7 puntos, para finalizar en 9.603,4 puntos tras caer un 0,69%. En las últimas siete jornadas se ha dejado ya un 8,5%. La extrema volatilidad que registró el índice selectivo se plasmó en las cifras de contratación, con 5.244 millones de euros negociados en el mercado continuo frente a los 3.857 millones de la sesión anterior. Londres sufrió el mayor retroceso, del 1,02%, y Milán se desmarcó con un avance del 1,18%. Mientras, en Wall Street las últimas actas de la Fed revelaron que parte de sus miembros son partidarios ya de elevar los tipos. El Dow Jones cedió un 0,47% y el S&P un 0,44%.

Los expertos, además, opinan que los mercados seguirán moviéndose en arenas movedizas. Alexis Ortega, de Finagentes, cree que la solución a la actual crisis es complicada. "Es un problema entre deudores y acreedores. Los primeros tienen que asumir que no podrán pagar el endeudamiento que han alcanzado y los segundos que no podrán cobrar todo. Habrá que articular algo; llegar a un acuerdo", explica. Añade que el segundo semestre va a ser aún peor, con un crecimiento débil, y augura que el desenlace será la escisión de la UEM.

Camino de ida y vuelta para los bancos

La banca irlandesa amaneció al rojo vivo, pero también las italianas, las portuguesas, las alemanas, las francesas... y las españolas. Son ellas las que desataron el pánico, con caídas que llegaron al 15%. Pero el miedo se controló y ellas mismas propiciaron el amago de tregua con que cerraron los índices.Eso sí, la recuperación no fue igual para todos. El nacionalizado Allied Irish Bank (AIB) no se dejó más de un 15%, como a primera hora de la mañana, pero sí más de un 4%. Bank of Ireland, en cambio, enjugó totalmente las pérdidas, que llegaron a ser de un 7%. En Portugal, Banif luchó durante toda la jornada contra un desplome mañanero del 11% y por momentos ganó, pero terminó dejándose un 3,38%. BCP y BES llegaron a perder más de un 5% y terminaron con alzas del 3,68% y del 4,85%. Las entidades italianas tampoco se libraron de la quema y posterior mejora. El protagonista fue Unicredito. Con parada de cotización incluida, llegó a caer cerca del 7% para luego recuperarse del todo y terminar un 5,89% arriba. Y en España, los bancos fueron los primeros en darse la vuelta y cotizar en terreno positivo: Santander (+0,22%) y BBVA (+0,72%).

Subastas

El Tesoro italiano cubrió ayer con éxito sus objetivos de colocación de letras a un año: captó 6.750 millones de euros, aunque a un tipo de interés más elevado, del 3,67%. En Grecia, el emisor adjudicó 1.625 millones en letras a seis meses, por encima de lo previsto, y a un tipo más barato, del 4,9%.

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