Los médicos vetan el dopaje deportivo en su código ético
El texto, aplicable a 225.000 profesionales, regula la objeción de conciencia
Los médicos españoles estrenan nuevo código deontológico, aprobado el sábado en la asamblea general de la Organización Médica Colegial y que sustituye al anterior de 1999. La principal novedad con respecto a este es que establece los límites éticos en asuntos como la actuación profesional ante el dopaje deportivo, las pruebas genéticas, la docencia médica, la atención a los pacientes al final de la vida y la objeción de conciencia. En solo 10 años ha sido necesario hacer un código nuevo para dar respuesta a los avances científicos y a los debates sociales que se plantean.
El dopaje es una práctica en aumento, no solo en deportistas de élite sino entre los amateur. "Cada vez es más frecuente", dijo ayer el presidente de la OMC, Juan José Rodríguez Sendín. "Ahora hay médicos que aconsejan cierto tipo de prácticas y consumo de sustancias porque compiten consigo mismos, y esto conlleva un riesgo para la salud en el que no podemos estar de acuerdo", añadió.
El código estipula que "no es aceptable que el médico contribuya de forma fraudulenta a la mejora del rendimiento del deportista". También se les obliga a informar al afectado "de los efectos perjudiciales" del dopaje. Asimismo, se obliga a los médicos a denunciar ante la autoridad competente y el colegio si conoce que un profesional está suministrando sustancias prohibidas al deportista.
La evolución de la medicina ha obligado a aprobar un nuevo código solo 10 años después
Por otro lado, Rodríguez Sendín considera un "avance extraordinario" que la objeción de conciencia se recoja por primera vez en el código. "La objeción de conciencia debe ser regulada porque un médico no la puede llevar a cabo de la noche a la mañana", comentó el presidente de la OMC.
La objeción de conciencia se recoge también en el código para los casos de interrupción voluntaria del embarazo, aunque no es aplicable cuando se trata de una urgencia y haya riesgo para la madre. El nuevo código, por otra parte, rechaza la eutanasia como forma de provocar intencionadamente la muerte de un paciente y aborda la limitación del esfuerzo terapéutico en determinados casos.
Se ha modificado el articulado para adaptarlo a la Ley de Autonomía del Paciente, actualmente en trámite parlamentario, pues se consagra como "científica y éticamente correcta" la sedación en la agonía del enfermo si hay síntomas refractarios, es decir, cuando existe falta de respuesta al tratamiento.
El documento deontológico afecta a la práctica profesional de 225.000 médicos colegiados que hay en España. Uno de los nuevos capítulos hace referencia a la docencia médica. Los estudiantes de Medicina deberán "conocer y practicar" las normas incluidas en el código deontológico y tendrán que ser "tratados con respeto y dignidad por parte de sus profesores".
Va más allá al establecer que "en presencia de pacientes o de personal no médico hay que evitar corregir al docente en lo relativo a la práctica médica". El médico docente ha de ser guiarse por el código habida cuenta del efecto ejemplarizante de su conducta en los estudiantes.
Coto a las pruebas de paternidad
Uno de los nuevos capítulos del código deontológico es el que se refiere a las pruebas genéticas. "Solo se deben realizar pruebas de investigación de paternidad y maternidad cuando conste el consentimiento de todas las partes implicadas", estipula el documento. Además, recoge que los análisis de los exámenes biológicos solo se realizarán "para el fin previsto y consentido por el paciente". Para utilizar la muestra con cualquier otro fin será necesario también "el consentimiento explícito".En cualquier caso, lo que se establece es que "el médico debe preservar secretos los datos genéticos de los pacientes a los que atiende", pues son de su propiedad y el profesional es solo su custodio. "El médico nunca podrá colaborar para que los datos genéticos se utilicen como elemento discriminatorio".El nuevo código deontológico recoge que "el médico ha de tener en cuenta que la información que revela el análisis de ADN no solo es propiedad del donante de la muestra, sino que es compartida con otros miembros de la familia".El anterior código deontológico no dedicada ningún capítulo a las pruebas genéticas.