Italia acelera el ajuste fiscal ante la presión sobre la deuda
La presión sobre la economía italiana, asfixiada por una deuda pública del 119% del PIB y por las dudas sobre el cumplimiento de su plan de ajuste, obligaron ayer al ministro de Economía, Giulio Tremonti, a abandonar de forma anticipada la reunión del Ecofin, en la que los ministros de Economía de la zona euro discutían sobre la crisis de deuda en la eurozona. "Vuelvo a Roma para cerrar el presupuesto de Italia", explicó Tremonti al dejar la sede del Consejo de la UE.
Pocas horas después, los representantes de los grupos políticos en el Senado acordaron darse de plazo hasta el mediodía del jueves para aprobar el nuevo plan de austeridad, a fin de que reciba el visto bueno de la Cámara antes de que termine la semana. Si se cumplen esos plazos, Tremonti podría presentar el nuevo plan en la cumbre extraordinaria que la UE está organizando para el próximo viernes.
El proyecto prevé un recorte de gasto de 47.000 millones de euros en cuatro años y aplaza la mayor parte del ajuste para 2013 y 2014. Si no se modifican los plazos, las agencias de calificación han advertido de rebajas en la calificación y el castigo de los mercados puede ser aún mayor para la tercera economía de la zona euro, con un PIB de 1,5 billones de euros (el 16,7% del total).
La prima de riesgo italiana rozó por la mañana los 350 puntos básicos y el Tesoro italiano consiguió colocar 6.750 millones de euros en letras con vencimiento a un año, aunque el interés ofrecido experimentó un alza del 71% respecto a la última subasta de junio.