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Tribuna
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Crisis y seguros de directivos y consejeros

En España, la crisis y las complicaciones económicas derivadas de ella han disparado la contratación de pólizas que cubren la responsabilidad civil de los directivos y consejeros por su gestión y administración.

Todo tipo de compañías, independientemente de su tamaño, están expuestas a esta clase de riesgos y, dado que el seguro de D&O (Directors & Officers) es claramente anticíclico, su contratación aumenta en situación de mayor dificultad económica. Durante estos últimos dos años, en los que se ha incrementado el número de ERE y durante los que hemos visto despidos colectivos y fusiones y adquisiciones, la crisis económica ha disparado la contratación de pólizas de responsabilidad civil de altos cargos hasta un 30% aproximadamente, fundamentalmente en el segmento de la pequeña y mediana empresa. Aun así, dado que no se trata de un seguro obligatorio por ley, su aceptación es dispar en el tejido empresarial español. A diferencia de las grandes corporaciones, las pymes se han caracterizado tradicionalmente por una escasa concienciación en el aseguramiento de este tipo de riesgos, situación que está cambiando progresivamente.

En España, todas las empresas del Ibex 35 y más del 50% de las cotizadas tienen contratado un seguro de D&O que cubre la responsabilidad personal de los consejeros delegados o directores de las empresas frente a posibles reclamaciones por parte de accionistas, empleados y proveedores. Sin embargo, menos del 15% del segmento de las pequeñas y medianas empresas están cubiertas por el momento. Y es que, al contrario de lo que los gerentes de las pymes suelen pensar, en ciertos casos estos están más expuestos a este tipo de reclamaciones relacionadas con la insolvencia y el concurso de acreedores que los de una gran multinacional.

Si buscamos ejemplos a este respecto, podemos ver cómo pese a que la grave crisis afecta a toda la actividad económica española, hay sectores, como el inmobiliario y de la construcción, el financiero y el químico-farmacéutico, que se han visto penalizados de forma especial. Los principales reclamantes ante los que responden los altos cargos son la propia sociedad, los accionistas, los empleados, los acreedores sociales y determinados organismos públicos, tales como la Agencia Tributaria, la Comisión Nacional del Mercado de Valores y el Banco de España.

De manera general, el mayor gasto siniestral se deriva de los gastos de defensa jurídica. A menudo surgen siniestros inesperados, ya que se piensa que las reclamaciones proceden exclusivamente de acreedores o accionistas, pero estas pueden derivarse de otras cuestiones, como por ejemplo problemas laborables: vulneración de derechos de los trabajadores, despidos nulos, etc.

En este ramo, la oferta en D&O es muy competitiva y los márgenes de rentabilidad están bastante ajustados. En los últimos años se han producido importantes reducciones de precios, salvo en determinados sectores agravados, como el financiero y el inmobiliario. La fuerte competencia entre las entidades repercute en los niveles de primas. En cuanto a la previsión para el próximo año, entendemos que la tendencia será parecida a la actual. La crisis económica y la elevada supervisión a la que están sometidos los altos cargos permiten pronosticar un posible aumento de la siniestralidad. Asimismo, prevemos que continuará la situación de mercado blando, con una tendencia hacia la estabilización.

Esteban Manzano. Delegado general de Markel International en España

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