Las reglas de la subasta del móvil se tensan
El Ministerio de Industria ha hecho más exigentes las normas que rigen la subasta del móvil, pero las operadoras siguen arrastrando los pies.
Lo más llamativo de la séptima jornada de la subasta del móvil han sido algunos fallos técnicos que tuvieron las pujas paralizadas durante varias horas, según fuentes de los implicados en la puja. Y eso dice mucho de cómo discurrieron las ofertas, que siguen ancladas con muy pocos avances a mucha distancia de lo que espera recaudar el Gobierno.
Y eso que las reglas se van haciendo más exigentes. Un requisito de participación pasa por utilizar un porcentaje concreto de los derechos de puja que tiene cada operador. Antes de iniciarse la subasta, las compañías presentaron avales por el precio mínimo de todos los bloques por los que tenían intención de ofertar y eso les dio unos determinados derechos que van utilizando conforme a su estrategia.
Al principio de la subasta, bastaba con usar el 60% de estos derechos, lo que significa que las operadoras podían guardarse el 40% restante para no enseñar sus cartas y dejar así aparentemente desiertos bloques por los que, en el fondo, tienen intención de pujar. Este porcentaje se elevó al 70% y ahora está en el 85%. Se trata del desarrollo normal de la subasta, que va aumentando los requisitos para que las participantes pongan de forma paulatina toda la carne en el asador.
Pero está claro que las operadoras no están dispuestas a acelerar ni un milímetro más de lo necesario en cada etapa. Pese al aumento de la denominada actividad requerida, las pujas han aumentado en la jornada de este jueves solo 42 millones. Al menos, se ha pasado de los 1.200 millones y el total ofertado llega ya a 1.223 millones, con los dos bloques importantes en las bandas de 800 y 900 MHz todavía desiertos.
Movistar, Vodafone, Orange Jazztel, Ono, Telecable, R, Euskaltel, Telecom Castilla-La Mancha, Opnatel de Navarra y COTA están participando en la subasta.