65 años en biquini
Julio de 1946. El diseñador francés Louis Réard escandaliza a propios y extraños con un traje de baño dos piezas, que deja ver el cuerpo femenino más de lo estipulado para la época. Desde entonces, el biquini ha avanzado hasta convertirse en el rey y señor de las colecciones de moda baño.
Hace décadas que el biquini trascendió su utilidad. El mejor ejemplo es la (re)evolución de esta prenda desde sus orígenes hace 65 años hasta ahora. Exhibido durante años como un símbolo de la liberación femenina, hoy es el elemento fetiche de la temporada veraniega.
Divas como Brigitte Bardot o Ursula Andress contribuyeron a alzar su popularidad entre las mujeres y a romper con la mojigatería de la moda playera. Pero la cosa no quedó ahí.
El biquini ha seguido jugando con las sugerentes posibilidades de su estética, incorporando elementos -como el tanga- o nuevos tejidos y materiales -joyería incluida-, y extendiendo sus límites como objeto de deseo, hasta convertirse en el rey y señor de las colecciones de moda baño. Ni siquiera el nudismo ha conseguido restarle un ápice de vigencia.
Los últimos datos del Centro de Información Textil y de la Confección (Cityc) apuntan que el sector de los trajes de baño factura en España alrededor de 200 millones de euros.