La SGAE prestó 2,5 millones a la filial investigada como epicentro del delito para asegurar su continuidad
La SGAE tuvo que acudir en 2009 al rescate de la Sociedad Digital de Autores y Editores, la filial que se perfila como epicentro del delito en la investigación y cuya continuidad estaba amenazada por sus problemas financieros.
Todas las miradas están puestas en la Sociedad Digital de Autores y Editores, la filial de la SGAE que el juez señala como entidad a través de la cual se desviaban fondos del organismo de gestión de derechos en la investigación que está abierta contra estas compañías.
Esta sociedad, constituida en 1999 para gestionar los derechos de autor en internet y explorar las nuevas tecnologías, tiene un historial de problemas financieros continuados, según los informes anuales depositados en el Registro Mercantil. En 2009, por ejemplo, tuvo pérdidas de casi 100.000 euros y el ejercicio anterior habían sido de más de 300.000 euros.
Estos números rojos provocaron que los fondos propios de la SDAE se redujeran a cierre de 2009 por debajo de los dos tercios del capital social, una situación contemplada en la ley mercantil y que exige tomar medidas para asegurar la continuidad de una compañía.
Y lo que hizo la SDAE fue apelar a su matriz, la SGAE, dueña del 100% del capital. Así, un día antes del cierre del ejercicio de 2009 "y con el objetivo de restablecer el equilibrio patrimonial de la sociedad", dice el informe anual, la matriz le concedió "un préstamo participativo por importe de 2,53 millones de euros". Esta inyección permitió a la SDAE mantenerse como empresa en funcionamiento.
La filial dedicada al mundo digital obtuvo dos años de carencia para repagar el principal de este préstamo, así que no debía comenzar a abonarlo hasta el 1 de enero de 2012. Pero ese momento no llegará, ya que la SGAE ha decidido cerrar su participada con fecha 30 de junio de este año, según asegura el diario El País. Esta disolución todavía no figura en el Registro Mercantil.
A pesar de sus pérdidas y de la necesidad de recurrir a su matriz para financiarse, la SDAE asegura en su informe de gestión de 2009 que su evolución durante ese año "fue satisfactoria y que se ajustó "a los planes y presupuestos que fueron definidos previamente, habiéndose alcanzado razonablemente los objetivos marcados", afirma.
La SDAE había sido reacia a depositar sus cuentas anuales en el registro, pero entre mayo y junio de este año registró de un golpe las de los últimos tres años.