Deducción fiscal de alto riesgo
La propuesta del Partido Popular de recuperar la deducción fiscal por adquisición de vivienda habitual, un beneficio que el Gobierno eliminó a principios de año para rentas superiores a 24.107 euros, es una medida cuyos efectos conviene analizar en estos momentos con especial cautela. Como es natural, el anuncio ha sido bien recibido por el sector de la construcción, que atraviesa una crisis sin precedentes y al que una medida como esta proporcionaría un indudable -y muy necesario- balón de oxígeno. Pese a ello, promotores y constructores están a la espera de que se desvelen los detalles de la propuesta y reclaman que, de llevarse a cabo finalmente, esta tenga efectos retroactivos. De no ser así, argumentan, el anuncio paralizaría todavía más el anémico pulso del mercado, ya que los potenciales compradores retrasarían sus adquisiciones a la espera de una posible victoria popular en las próximas elecciones generales.
Más allá de esos detalles aún no desvelados y que habrá que analizar en profundidad, la recuperación de la deducción por compra de vivienda en un escenario como el actual puede tener efectos beneficiosos, pero también ofrece importantes riesgos. Entre los primeros destaca el potencial que tiene un beneficio fiscal para ayudar a revitalizar un sector de actividad que a día de hoy sigue teniendo un peso fundamental en el modelo productivo español. Pese al consenso generalizado sobre la conveniencia de cambiar ese modelo, la realidad es que la construcción ocupa un lugar estratégico como potencial motor de recuperación de la actividad económica en España. Por ello es fundamental utilizar mecanismos que puedan contribuir a que esa recuperación se lleve a cabo cuanto antes.
Tras la integración en la moneda única, la política fiscal constituye uno de los escasos instrumentos soberanos de que dispone el Estado para incentivar el crecimiento económico. Sin embargo, después de la experiencia de los últimos años, los riesgos de alimentar de nuevo con facilidades fiscales la industria del ladrillo en España resultan evidentes. No en vano la deducción fiscal por adquisición de vivienda ha tenido un papel -no exclusivo, pero sí fundamental- en la creación y desarrollo de la burbuja inmobiliaria. Convendría por ello que el Partido Popular aclarase cuanto antes cuáles van a ser los requisitos, la extensión y las condiciones de esa deducción fiscal. No solo para evitar que el anuncio provoque el efecto perverso de paralizar las operaciones inmobiliarias que se están gestando en este momento, sino para dejar claro que el objetivo de esa medida es ayudar a reactivar la actividad y el empleo de un sector sumido en una gravísima crisis y no poner los cimientos de una nueva y dañina burbuja inmobiliaria.