La cautela se impone en el primer día de la subasta del móvil
Es solo el primer día y por eso el valor de los datos es relativo, pero por ahora la cautela se ha impuesto entre las operadoras en la subasta del móvil. Las pujas ascienden a 900 millones y 40 bloques han quedado desiertos.
El Ministerio de Industria ha decidido que los datos de la subasta de espectro de móvil que ha comenzado este miércoles sean anónimos. Es decir, al término de cada jornada se sabe en qué bloques de frecuencias ha habido puja y cuál ha sido la mejor oferta. Nada más.
Pero estos datos permiten hacerse una idea de cómo han encarado las operadoras la puja. Y la cautela ha sido la nota predominante.
Según las cifras oficiales, las once operadoras de móvil que participan en la competición han hecho al menos una oferta. Y al final, con las mejores para cada bloque, la cantidad total que han puesto encima de la mesa es de 898 millones de euros, cuando los objetivos de recaudación del Estado (deseoso de una inyección de fondos que palie los problemas financieros en estos momentos de austeridad presupuestaria y recaudatoria) rondan los 2.000 millones de euros.
Esta diferencia entre la realidad y el deseo procede de tres vías. La primera es que es la jornada inicial y las operadoras se están testando unas a otras, nadie quiere enzarzarse en una guerra si no es necesario, así que mejor intentar que los precios sean los más bajos para todas.
Y de ahí el segundo condicionante. Por ahora, lo que están haciendo es marcar el territorio sin rivalidad alguna y para eso no hace falta subir mucho la oferta inicial. De hecho, la mayoría de las pujas o no superan o lo hacen por muy poco el precio de salida.
Por último, hay 40 bloques que se han quedado desiertos, nadie ha pujado por ellos. Está claro que el final de la película no va a ser ése. Es muy poco probable que quede nada de espectro sobrante, así que cuando se cubran esos bloques con ofertas la situación económica será distinta.
Al menos, así será con los bloques de frecuencias importantes, las que están en las bandas de 800 y 900 MHz. Es el espectro más caro, con un precio mínimo de 170 millones, que ha provocado la renuncia de Yoigo. Por eso, en teoría solo Movistar, Vodafone y Orange irán a por ellos, aunque la escasa competencia no implicará que quede sobrante. Pese a ello, por ahora lo hay. Los bloques a la venta en estas bandas son ocho y en tres no ha habido oferta.
La situación es algo distinta para el espectro que se vende en 2,6 GHz, donde sale un número de bloques muy superior y donde muchos de ellos son regionales.
Hay espectro local para todas las comunidades, pero las operadoras solo han pujado por las frecuencias de Asturias, Castilla-La Mancha, Galicia, Madrid y País Vasco.
Además de Movistar, Vodafone y Orange, en la subasta participan Jazztel, Ono, las operadoras regionales de cable gallega, asturiana y vasca, R, Telecable y Euskaltel, respectivamente, y otras compañías locales como Telecom Castilla-La Mancha, el consorcio murciano de Telecomunicaciones Avanzadas (Cota) y Obras Públicas y Telecomunicaciones Navarra (Opnatel).