El coche eléctrico desilusiona a las empresas europeas
Solo el 2% de las compañías españolas tiene intención de usar este tipo de vehículo, frente al 21% de hace un año.
El fomento de los Gobiernos europeos, con sus ayudas económicas, no es suficiente para convencer a las empresas para que sustituyan los coches tradicionales de sus flotas por eléctricos. Así, de cada cien empresas europeas, solo cuatro muestran intención de usar vehículos eléctricos en 2011, frente a 21 de hace un año. El porcentaje se reduce en España a solo dos, aunque hace un año eran igualmente 21, lo que implica un derrumbe del 90%, según la cuarta edición del Barómetro del vehículo de empresa, de Arval, la división de renting de BNP Paribas.
En la encuesta, las empresas muestran como principal hándicap contra esta modalidad de vehículo una oferta poco versátil como para ajustarse a las necesidades de la compañía (34%). La oferta de modelos es escasa, orientados a facilitar los desplazamientos urbanos más que a servir como herramienta de trabajo, según los autores del informe.
En igual porcentaje (34%), las empresas valoran negativamente la escasa autonomía de los vehículos. La limitación de la batería es determinante en la elección: las compañías encuestadas se mostrarían más dispuestas a la adquisición de estos coches si tuvieran una independencia media de 300 kilómetros y no de 150 con la que cuentan en la actualidad. La falta de talleres especializados (19%) y las dudas sobre el valor residual de los automóviles (5%) son otros hándicaps.
Esta reducción de la intención de compra de coches eléctricos contrasta con el objetivo del Ministerio de Industria que contempla que en España se comercialicen 70.000 vehículos entre eléctricos puros o híbridos enchufables para 2012.
El informe constata que la reducción en el interés por el eléctrico se ha extendido al híbrido. En España, el 30% de las empresas mostraron el año pasado su interés por estos vehículos, porcentaje que se ha reducido al 16% en 2011.
Por otro lado, el estudio pone de manifiesto que, a pesar de que ha bajado la intención de compra de coches eléctricos e híbridos por parte de las compañías, las empresas aumentarán un 18% su flota de vehículos en los próximos tres años, pero manteniendo un estricto control de los costes. Una intención que queda patente mes a mes en los registros de matriculaciones donde el segmento de empresas crece con fuerza.
El director del Observatorio, Alejandro Madrigal, indicó que este crecimiento de la flota de coches de empresa en los próximos tres años se producirá a pesar de que la actual situación de dificultad económica se mantendrá durante al menos un año y medio.