La zona euro acerca posiciones para evitar la quiebra de Grecia
Los ministros de Economía de la zona euro (Eurogrupo), reunidos ayer y hoy en Luxemburgo, ultiman el reparto de la carga del segundo rescate de Grecia, en el que esperan obtener una participación del sector financiero de al menos 30.000 millones de euros. La reunión también despejó el camino para la liberación en julio de nuevos préstamos a Atenas que eviten la bancarrota del país.
La reunión del Eurogrupo arrancó tras la estela del acuerdo alcanzado el viernes en Berlín por la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy. Francia aceptó en esa cita que los acreedores privados de Atenas (bancos griegos, franceses y alemanes, sobre todo) contribuyan al segundo rescate de Grecia, tal y como reclamaba Berlín. A cambio, Merkel renunció a exigir que esa contribución sea obligatoria.
El pacto franco-alemán desató la euforia de los mercados. Pero la incertidumbre podría regresar hoy con la letra pequeña que el Eurogrupo añadirá para garantizar una participación "sustancial y concreta" del sector privado, como volvió ayer a exigir el titular alemán de Finanzas, Wolfgang Schaüble.
Al cierre de esta edición, los ministros negociaban las condiciones de la cuota privada en el rescate, que Berlín quiere elevar al menos a 30.000 millones de euros mediante una renovación de los bonos a más largo plazo del actual. La prioridad, sin embargo, es evitar que la fórmula elegida desencadene una nueva rebaja en la calificación de los bonos griegos que podría provocar el colapso de la banca helena.
La liberación de 12.000 millones de euros evitará la bancarrota
A pesar de la voluntariedad asociada al plan, los ministros parecen temer esa hecatombe. Y Berlín, según publicó ayer la revista alemana Der Spiegel, estaría estudiando una fórmula para mantener la financiación del sector bancario griego a través de emisiones del Fondo Europeo de Estabilidad Financiero, cuyos títulos podrían utilizar como colateral ante el BCE para seguir accediendo a sus inyecciones de liquidez.
Los ministros, según el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, también estudian "incentivos" para animar a los bancos a mantener su exposición en Grecia. Entre esos alicientes podría figurar la concesión de un estatuto prioritario para cobrar en caso de suspensión de pagos o el incremento en el rendimiento de los nuevos bonos.
La fórmula final, según el acuerdo de Merkel y Sarkozy, deberá contar con el visto bueno del BCE. Fráncfort se niega a aceptar cualquier mecanismo que el mercado pueda interpretar como una suspensión de pagos, porque, según la autoridad monetaria, provocaría una hecatombe comparable a la quiebra del banco estadounidense Lehman Brothers en 2008.
"Todos vivimos el colapso de Lehman y no queremos que Europa genere una amenaza similar", señaló ayer la canciller alemana Merkel. Y reconoció que en estos momentos en la zona euro "no seríamos capaces de controlar una insolvencia".
12.000 millones
El Eurogrupo también dejó prácticamente resueltas las negociaciones para liberar la próxima entrega de préstamos a Atenas, cifrada en 12.000 millones de euros (8.700 millones de la zona euro y 3.300 del FMI, pendiente solo de que Atenas apruebe a final de mes el plan de ajuste exigido a cambio. La mayoría de los ministros se mostraron ayer optimistas sobre la entrega del nuevo plazo, aunque fuentes diplomáticas señalaron que la cifra final podría variar y el ministro belga de Finanzas, Didier Reynders, sugirió la posibilidad de liberar de momento solo la mitad (6.000 millones).
Reparto
El segundo rescate de Grecia ascendería a 130.000 millones-El primer rescate (zona euro y FMI) aportaría 32.000 millones.-Las privatizaciones previstas hasta 2014 recaudarían 35.000 millones.-Los inversores privados contribuirían con unos 30.000 millones renovando su exposición.-La UE y el FMI completarían la diferencia con unos 33.000 millones, aunque esta cifra podría aumentar sensiblemente.