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Los contribuyentes no tiene que asumir esta factura

Irlanda impondrá quitas a la deuda de Anglo Irish Bank

El Gobierno quiere que los acreedores privados asuman parte de la factura de la reforma del sector financiero.

El Gobierno irlandés se propone imponer quitas a la deuda de sus entidades financieras al no estar dispuesto a que sean los contribuyentes los que asuman esta factura. El primer afectado fue la deuda subordinada del Bank of Ireland y ahora le ha llegado la hora al también nacionalizado Anglo Irish Bank.

Así, el ministro de finanzas irlandés, Michael Noonan, ha declarado que los tenedores de bonos sénior deberán de asumir una minoración en el principal de sus inversiones de 70.000 millones de euros, según el proyecto de ley que pretende presentar en el parlamento.

El problema que se plantea es la negativa del Banco Central Europeo a cualquier tipo de iniciativa que obligue al sector privado a asumir las pérdidas, una postura inflexible que tan arduamente está defendiendo el presidente del organismo a la hora de negociar una reestructuración helena.

La institución que dirige el francés Jean-Claude Trichet alega que este tipo de medidas podría provocar un efecto contagio, una teoría que Michael Noonan ha rechazado que pueda darse en este caso. "Usted no puede poner su dinero en depósito en Anglo Irish Bank, no se puede obtener un préstamo de Anglo Irish Bank. En lo que a mí respecta ya no es un banco y por tanto no puede haber efecto contagio ", ha declarado el político irlandés a la emisora estatal RTE.

El primer ministro, Enda Kenny, añadió que "esta es una crisis financiera. No es un experimento sociopolítico para ver hasta qué punto el pueblo irlandés se puede empujar, cuánto pueden tomar".

Con el objetivo de presionar al Banco Central Europeo y conseguir un cambio en su postura, el dirigente irlandés se reunió ayer con altos funcionarios del Fondo Monetario Internacional (FMI) para recabar su apoyo en su campaña para que, según aseguró, "el contribuyente no asuma lo que se ha convertido en una inversión especulativa".

Esta campaña causa cierta intranquilidad entre los analistas, que consideran que el nerviosismo imperante en los mercados europeos debido a la falta de acuerdo sobre la reestructuración de la deuda griega podría agravarse con este tipo de medidas.

"Cualquier cambio en la política en lo que respecta a los bonos bancarios pueden ser interpretadas por el mercado como una señal de un cambio más fundamental de la política general, como puede ser en lo que respecta a sus bonos soberanos", señalan desde la firma de análisis Glas Securities.

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