Los médicos piden reforzar las últimas voluntades del paciente
La Organización Médica pretende evitar conflictos profesionales
Los representantes de la medicina en España aseguraron ayer que el proyecto de la ley reguladora de los derechos de la persona ante el proceso final de la vida, que el pasado viernes aprobó el Consejo de Ministros, "era necesario". El presidente del Consejo General de los Colegios de Médicos en España (CGCOM), Juan José Rodríguez Sendín, señaló que "se debe buscar la mejor fórmula cuando no exista un protocolo" y aseguró que desde esta organización "se quieren hacer las cosas bien".
En este sentido, la Organización Médica Colegial considera necesario reforzar las voluntades anticipadas para evitar conflictos entre los profesionales. Diego Gracia, catedrático de Historia de la Medicina de la UCM y presidente de la Fundación de Ciencias de la Salud que ha elaborado la guía æpermil;tica de la planificación de la asistencia médica, abogó por añadir a este protocolo los valores morales del paciente.
Soluciones prudentes
"De lo que se trata es de identificar los conflictos de valores que se dan en ese ámbito y el modo de resolverlos, buscando las soluciones más razonables y prudentes", apreció el catedrático. Para ello, introdujo el método con tres pasos: "El primero sería aclarar bien los hechos. Hay que definir cuándo un enfermo es terminal y cuándo no, por ejemplo". Luego señaló la necesidad de analizar los valores morales de los pacientes y los conflictos de valores e incorporar estos en las voluntades anticipadas.
Desde su punto de vista, la "historia de los valores" se trataría de otro documento en el que el paciente expresara sus preferencias en materia de salud, con el objetivo de "orientar el proceso en la toma de decisiones, eliminar posibles conflictos y disminuir la incertidumbre y ansiedad entre aquellos que asumen esa tarea", ha especificado Rodríguez Sendín. El presidente de los médicos españoles, además, considera que ésta "debe actualizarse periódicamente".
Finalmente, tanto el presidente de los médicos como el catedrático hicieron hincapié en el deber de los profesionales. Para explicarlo, Diego Gracia utilizó una parábola sobre el adelantamiento de un camino. "Puede que quien realice el adelantamiento sea muy prudente y aun así, se mate o, por el contrario, que sea un imprudente y salga ileso, pero mi deber no es no matarme, sino ser prudente", aclaró. Desde su punto de vista, "no se trata de promover el consenso sino la prudencia".
La Organización Médica Colegial considera "esencial" la figura del representante, que a partir de ahora sustituirá a las decisiones que tradicionalmente tenían que adoptar los profesionales sanitarios cuando un paciente no se hallaba en capacitado para ello. Los médicos solo exigen que "antes de que la decisión sea tomada por un representante se debería comprobar lo que el paciente ha previsto y en qué circunstancias", aclaró Rodríguez Sendín.
Tampoco consideran que el pariente más cercano sea el que tenga que adoptar la decisión y por ello, vuelven a insistir en la necesidad de establecer con mayor precisión y rigurosidad las últimas voluntades.
La voz del enfermo sobre la del facultativo
La nueva ley establece que las personas que se encuentren en estado terminal o de agonía tendrán garantizados el derecho a que se respete su voluntad sobre los tratamientos que tengan que recibir en el final de su vida, pero para ello los médicos consideran imprescindible que se detallen al máximo los pormenores.En el documento de voluntades anticipadas, en el que el paciente expresa su voluntad en relación a los cuidados y tratamientos, los médicos reclaman detallar cada uno de los supuestos. "Hay que describir los tratamientos en caso de necesitar intentar la resucitación, medidas de sedación y analgesia, aceptación o rechazo de transfusiones sanguíneas (especialmente para los testigos de Jehová), donación de órganos o tejidos, destino del cuerpo o uso de material reproductivo", añaden.