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Tribuna
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Luxemburgo, capital financiera europea

El Gran Ducado de Luxemburgo es un país de 500.000 habitantes en 2.586 km2 que tiene el honor de tener el PIB per cápita más alto del mundo. Su historia oficial comienza en el año 963, con la adquisición por Sigfredo, conde de las Ardenas, de Lucilinburhuc (actualmente Castillo de Luxemburgo), aunque su independencia no llegó hasta 1867, cuando se declaró Estado neutral en el Tratado de Londres.

Actualmente es una monarquía parlamentaria en la que dos principales partidos gobiernan en coalición desde finales de los ochenta -persiguiendo por encima de todo el bien común-, que ha sabido identificar las oportunidades de la globalización. Hoy día su sector financiero es referente mundial, con 148 bancos y segundo en fondos registrados -solo detrás de EE UU-. Este éxito se debe también a su órgano supervisor, CSSF, que trabaja muy cerca de la industria y las necesidades de los mercados financieros para ayudar en su crecimiento.

Junto con Irlanda y Malta, está mejor preparado para la normativa europea UCIT IV que entra en vigor este junio, la cual permitirá que una gestora pueda gestionar un fondo de otro país sin presencia en este. De hecho, Luxemburgo está siendo centro utilizado por multitud de instituciones para aprovechar su pasaporte Europeo -Pictet & Cie creo su banco en este país en 1989 y España es sucursal del de Luxemburgo, al igual que París, Milán o Fráncfort-. Otra de las causas del éxito de este pequeño país ha sido su capacidad de integrarse totalmente en la Unión Europea. Una muestra clara son sus esfuerzos para dejar de ser paraíso fiscal y salir de la lista gris de países de la OCDE, lo que se hizo realidad en junio de 2010. Las críticas de algún Estado miembro por haber mantenido su régimen de secreto bancario son injustas, ya que hay otros países de la UE, como Austria y Bélgica, en la misma situación y debemos disociar secreto bancario de paraíso fiscal. Luxemburgo, además de país de los fondos de inversión, se ha convertido por fortaleza económica, seguridad jurídica y proactividad en la búsqueda de soluciones para los mercados financieros en uno de los lugares preferidos para abrir cuentas declaradas de clientes de banca privada de países periféricos. Debemos pensar que las fronteras físicas no existen en Europa y un cliente puede abrir su cuenta en aquella jurisdicción que le proporcione mayores ventajas y/o seguridad. Además, Luxemburgo dispone de estructuras societarias, como las SIF, alternativa a las Sicav españolas. Su único inconveniente es de costes para estructuras pequeñas, ya que por economías de escala solo es eficiente para altos patrimonios.

Esperemos que las distintas medidas propuestas en el anteproyecto de modificación de la Ley de Instituciones de Inversión Colectiva, que se va a remitir al Congreso las próximas semanas, permitan aumentar la competitividad de nuestra industria de gestión de activos en términos de igualdad en el ámbito comunitario. Deberíamos aprender del caso luxemburgués y conseguir que todos los actores que intervienen en el mercado español: regulador, supervisor, instituciones financieras y organizaciones sectoriales trabajen en una misma dirección, apoyando sin paliativos a nuestra industria.

Luis Sánchez de Lamadrid / Gonzalo Rengifo. Director general de banca privada de Pictet en España. Director general de Pictet AM en Iberia y Latam

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