El 'apagón nuclear' le costará a Alemania 40.000 millones de euros
En 2022 la energía nuclear será historia en Alemania. Una decisión que, según un informe presupuestario del partido de Merkel hecho público por el diario 'Sddeutsche Zeitung', tendrá un coste para las arcas germanas de 40.000 millones de euros.
El abandono de la postura pronuclear que hasta hace unos meses había defendido la canciller Angela Merkel tendrá un coste, y parece que será alto. Así lo desvela un informe presupuestario del grupo parlamentario de la CDU filtrado por el diario Sddeutsche Zeitung que fija en 40.000 millones de euros el coste total de clausurar las 17 centrales alemanes. Una cifra que se limita al impacto que tendrá la decisión en el erario público pero que no incluye el efecto que puede tener en las empresas del sector energético que algunas voces también empiezan a estimar.
La organización ecologista Greenpeace, impulsora de las manifestaciones que reunieron ayer a más de 250.000 personas en 20 ciudades diferentes para exigir el fin de la energía nuclear, calcula que las pérdidas que tendrán que hacer frente los grandes grupos eléctricos ascenderán a unos 60.000 millones de euros. Un importe que en el caso de que se hubiese adelantado el cierre hasta 2015, como exigía la asociación, se hubiese incrementado hasta los 75.000 millones. Pese a todo, el informe realizado por la ONG estima que estas compañías seguirán teniendo unos beneficios de 50.000 millones durante los próximos cuatro ejercicios.
Este cambio de escenario está provocando que las empresas comiencen a tomar iniciativas para contrarrestar la situación. Por ejemplo, la eléctrica RWE ha decidido invertir 5.000 millones de euros para construir un reactor en Seeland, población holandesa situada a 200 kilómetros de la frontera germana, para producir desde allí con el objetivo de exportar a Berlín. Este negocio se plantea como bastante seguro dada la nueva condición de país importador de energía que ha adquirido Alemania.
Los datos que hizo públicos el pasado mes de abril la Organización Federal de Energía y Agua revelaron que el cierre temporal, que desde hoy es definitivo, de 7 reactores ya había empezado pasar factura a Berlín. Desde el 17 de marzo en que se anunció esta medida preventiva Alemania había doblado la importación de energía nuclear procedente de Francia, pasando a ser un país deficitario desde su posición anterior de exportador. Además, las exportaciones de electricidad a dos de sus principales clientes como Holanda y Suiza habían disminuido en 120 gigavatios al día.
El cambio de modelo supondrá también un importante coste para el ciudadano que verá como su factura energética se incrementa en un 9%. Además de tener que sufrir un aumento del 9% en la emisión de gases de invernadero a causa del incremento de producción que experimentarán las plantas de gas y carbón.